25 de febrero de 2011

PERDONAME POR NO HABER CONSEGUIDO SERTE FIEL


Comencemos, como siempre, con un poco de historia sobre el tema. Según las diversas culturas, leyes o religiones, el concepto de fidelidad y especialmente la represión del adulterio varían completamente. ¿Qué riesgo suponía ser infiel durante el antiguo Egipto? ¿Y en la antigua Roma? Hoy en día, ¿somos iguales en la infidelidad independientemente de la cultura, religión o sexo al que pertenecemos?
  
La aceptación de la fidelidad ha variado mucho a lo largo de las épocas. Aunque en la actualidad las sociedades occidentales parecen aceptarla, no ocurre lo mismo si cambiamos de cultura, sociedad o sexo.









Tradiciones antiguas

En el antiguo Egipto, las mujeres infieles eran condenadas a morir ahogadas, pero podían ser indultadas por su marido; éste también tenia el derecho de matar al amante. Según las leyes asirías, el marido podía escoger: matar inmediatamente a los culpables, pedir a un juez que los mutilara, o perdonarlos. Los hebreos castigaban a la mujer adúltera, sola o con su amante, mediante la lapidación. En caso de los griegos, en ciertas ciudades, el marido podía matar a los culpables o pedir una compensación económica.
En Atenas, el marido no tenía la obligación de ser fiel; sólo la mujer estaba reprimida. No se enfrentaba a la muerte, pero corría el riesgo de que su marido la repudiara y que la sociedad la marginara. En Roma, el castigo dependía del marido; la mujer podía ser condenada a muerte.

La fidelidad en la moral judío-cristiana

Entre los Diez Mandamientos rezados por Moisés, el sexto estipula: “No cometerás adulterio”. Con el cristianismo, el discurso se precisó un poco; Jesús dijo: “Aquél que codicie a una mujer sólo con la mirada, ya ha cometido adulterio con su corazón”. Fíjate que, según esta moral, el adulterio del marido es del mismo modo reprensible que en el caso de la mujer. Aunque, en realidad, las cosas no siempre eran así.

Infidelidad frente al integrismo religioso

En la película “Yol”, el cineasta turco Yilmaz Güney relata el repudio de una esposa infiel que es abandonada en la montaña, bajo la nieve. En Irán, bajo el dominio de Khomeyni, los culpables de adulterio estaban sentenciados a muerte por lapidación. En Afganistán, después de que los talibanes tomaran el poder, cualquier descubrimiento público de una parte del cuerpo de una mujer es sinónimo de infidelidad y sentencia de muerte…

La poligamia

En Singapur, en 1985, el Primer Ministro fomentó la poligamia con el objetivo de aumentar el número de nacimientos. En algunos países de África, la poligamia es, a la misma vez, un signo exterior de riqueza y un símbolo de poder sexual. En materia matrimonial, el Islam permite que el hombre tenga hasta cuatro esposas y un número ilimitado de concubinas. Pero, al igual que en las sociedades judío-cristinas, las sociedades musulmanas son muy rigurosas respecto a la infidelidad conyugal de la mujer.

Hoy, siglo XXI, nos encontramos en una época que cultiva el “yo”, y en la que el individuo se ve arrinconado entre el amor propio y el que siente por su pareja. En nuestras sociedad actual, se valora, tanto por parte masculina, como femenina, la libertad individual, entendiendo esta, como la capacidad del individuo de tener sus propios pensamientos, actitudes e incluso actividades. Si esto incluye al sexo. Nos encontramos con una lucha entre nuestra razón y nuestros instintos. La educación, la cultura, los valores juegan un papel importante en las decisiones que afectan a la hora de afrontar esta lucha interna. Fidelidad versus Infidelidad.

Teniendo en cuenta, que la noción de infidelidad nos devuelve a los vínculos sagrados del matrimonio, del amor único, de los cuales no es fácil desprenderse. Más allá de la evolución de las costumbres, de la cultura o de la educación, la infidelidad, cuando ocurre, es siempre difícil de gestionar. Ni siquiera como excusa para el dialogo, necesario para averiguar las causas y consecuencias. En España, en nuestra sociedad actual, con una vision muy influenciada por la moral católica, de la infidelidad, esta se convierte en un pecado de dificil perdón e imposible de utilizar como herramienta de dialogo en la pareja.

¿Un mensaje inconsciente?

Además de la falta de comunicación en la pareja o la necesidad de reafirmación narcisista existen otras razones que llevan a la infidelidad y que no siempre enunciamos conscientemente. “El engaño suele ocurrir al cabo de los cuatro años”, explica el psicoterapeuta Gonzague Masquelier. “Por supuesto que la rutina sexual entra en juego”, pero, más allá de eso, cuando una persona encuentra otro objeto de deseo lo que subyace es un mensaje inconsciente, por ejemplo, falta de amor, de creatividad o incluso de compromiso, explica el experto.

La mayoría de las mujeres que confiesan haber cometido una infidelidad lo hacen porque tienen el deseo de sentirse revalorizada mediante una mirada nueva. Necesitan encontrarse amadas, conquistadas, de nuevo. En cuanto a los hombres, “ellos están simbólicamente atrapados entre la imagen de la virgen y la de la prostituta”, agrega el médico y sexólogo Gérard Leleu. “La infidelidad le permite separar el amor del erotismo”, puntualiza.

Pasar a la acción…

Más allá de los códigos que rigen los comportamientos y los discursos, lo que entra en juego en la infidelidad es la cuestión del “yo” y, por supuesto, las consecuencias que tiene en la pareja. ¿Por qué engañas? ¿Para hacerle daño al otro o para reafirmarte? “La mayoría de las veces, los conflictos datan de la infancia”, afirma Leleu. El niño poco querido o dolido que hay en nosotros, aún insatisfecho, nos empuja a ir de brazo en brazo. Si tomamos consciencia de esa “programación infantil”, nuestra necesidad de sentirnos consolados o de seducir constantemente puede verse aplacada y entonces dejaremos de sentir la necesidad de multiplicar las relaciones amorosas. Además, “al buscar fuera lo que no encontramos en la pareja, privamos a ésta de los cuidados que pueden fortalecerla”, apunta Masquelier.

¿Confesar o no?

La cuestión es delicada y no hay reglas, sino que depende de la convicción de cada uno. Puedes confesar la infidelidad si es un verdadero síntoma de malestar en la pareja. Un “esto no funciona, de hecho, te he sido infiel” puede ser una manera de iniciar la conversación. A veces, estos deslices refuerzan el vínculo conyugal.
Para Leleu, “el drama de la infidelidad sería acusar al otro del sufrimiento propio”. Mostrarse maduro es hacerse cargo de la responsabilidad que tienen las dos partes.

En cambio, si el engaño ha sido el resultado de querer de vivir una aventura y si, a pesar de todo, el amor sigue siendo fuerte en la pareja, entonces se puede optar por no decir nada, ya que el “desliz” es un momento de individualidad. Si el amor no se ha visto cuestionado, entonces no hay engaño ni engañado. Se trata de actuar conforme a lo que se cree será lo mejor para la pareja.

¿Cuando empieza la infidelidad? La infidelidad empieza cuando un miembro de la pareja se da cuenta de que existen personas a su alrededor que le llaman la atención, lo suficiente, como para plantearse un posible cambio de pareja. En el momento en que nos damos cuenta de que nuestra pareja no es perfecta, no es la pareja ideal que nos habíamos pensado. Empezamos a soñar con otras personas que si que parecen serlo. Es un error, porque no encontraremos a alguien mejor, sino diferente. Habíamos idealizado a esa persona con la que hemos decidido compartir nuestra vida, hasta tal punto que la habíamos convertido en un ser a nuestro imagen y semejanza, sin serlo. Y cuando hemos descubierto aquello que no nos gusta, ya nos defrauda de tal manera, que nos lleva a perder el interés por disfrutar con ella.

Si optamos por dar el paso y tener una aventura con otra persona, es porque nuestro vinculo moral con nuestra pareja esta en mayor o menor grado consolidado. Cuanto menos lo esté, mas facilidad tendremos para dar el paso y vivir la aventura que nos convierta en infieles. Pero ese vínculo moral que se creó en su momento, con nuestra pareja, se alimenta con la comunicación, la pasión y la retroalimentación. Si no es así, acaba por debilitarse y morir. ¿Es la persona que da el paso hacia la aventura, hacia la infidelidad, cien por cien culpable de su acto?. Existe justificación para todo acto. Incluso el de la infidelidad. Asi como causa y consecuencia. Tendremos que pensar que existen razones y/o sentimientos que nos llevan a cometer nuestras acciones cada día. ¿Cuales son las que nos llevan a cometer una infidelidad? Pues para cada persona será distinta. Pero tiene mucho que ver con lo que hablábamos antes; Razón, Amor, Deseo, Correspondencia, Ilusión, Comunicación, Vinculo,..... y un largo etcetera

 La infidelidad es un acto de agresión psicológico y emocional dirigido aquella persona a quien decimos amar y le juramos fidelidad y lealtad. A veces es planeado calculadamente para herir, claro pocas personas lo admiten, a la pareja. En otras ocasiones es un acto impulsivo y se lleva a cabo repentinamente antes de asimilar las consecuencia de dicha conducta. El primer ejemplo que expuse es como le llamamos hoy en día a una relación extra marital y el segundo ejemplo es lo que se considera una simple aventura. Lo cual realmente no importa puesto en los dos casos son actos de infidelidad y traición. En las dos situaciones se entrega el cuerpo y a veces el alma dependiendo de si el cónyuge cree estar enamorado o solamente lo hace para satisfacer una atracción sexual. El fin es el mismo, puesto que es una traición o un acto de agresión en contra de nuestro matrimonio y/o de nuestra pareja.

Después de ser descubierta la infidelidad existe una etapa de crisis en la relación. La persona traicionada o a la persona agraviada, al principio se rehusa a creer que es engañando y generalmente se dice a si mismo ¿no puede ser? y al no tener otra opción que tener que enfrentarlo, la persona se siente destrozada, traicionada, humillada, lastimada, deprimida, angustiada, burlada, y suele también sentir ira y un gran deseo de venganza, entres varios otros sentimientos encontrados. Cabe indicar que es bastante común que la persona agraviada se pregunte: ¿por qué me tuvo que pasar esto a mi ? ¿qué hice para merecer este engaño? Todos estos sentimientos son adecuados puesto que la persona traicionada experimenta una gran perdida al padecer un acto de infidelidad. El dolor y los demás sentimientos que surgen debido a la infidelidad son muy parecido a la crisis que nos enfrentamos debido a la muerte de un ser querido. Así mismo, ya que se vive una gran perdida, es lógico que también exista una etapa de duelo.

La etapa de duelo conlleva despedirse de lo que uno creía que era la relación, una relación pura, intachable y ajena a la traición, o en otras palabras, aceptar que ya no es una pareja perfecta como solía pensar la persona agraviada o como los demás los perciben. Se debe enfrentar y expresar lo sentimientos de ira como consecuencia de esta gran perdida. Como también es preciso que la persona agraviada enfrente sus sentimientos de culpabilidad y que le de total responsabilidad por la traición al agresor. Esto puede ser más fácil cuando la persona que comete el acto de infidelidad pide perdón y asume completa responsabilidad por la infidelidad y por el daño hecho a la relación.

Cuando el infiel pide perdón con el corazón, es preciso perdonarle; sin embargo, esto no quiere decir que su conducta es justificada, u olvidado, es sencillamente un acto de perdonar a alguien que nos ha hecho daño y esta arrepentido. Cabe indicar que esto no significa que el perdón se otorgara de inmediato ya que cada individuo necesita perdonar a su tiempo y cuando haya asimilado la seriedad de la traición y las consecuencias de dicha conducta. El perdonar tampoco significa que la persona agredida deba o quiera continuar con la relación; el poder superar la infidelidad y volver a confiar en la pareja es otro tema que abordare después.

Por otro lado, no cabe duda que existirán situaciones donde el cónyuge infiel nunca asumirá responsabilidad de su infidelidad o pedirá perdón sin de verdad sentirlo, o lo que es peor, culpara a la persona agredida por su comportamiento. Cuando existe esta dinámica, esta relación no tiene un buen futuro. Si la persona agredida decide quedarse en esta relación, es fácil deducir que el agresor seguirá con sus infidelidades hasta que la muerte los separe. Sin embargo, si la persona agredida decide abandonar la relación a consecuencia de una infidelidad, es cuando es aún más importante perdonar. Caber recalcar desde luego que pocas personas pueden o quieren hacerlo.






El no querer perdonar a quienes nos ofenden es cargar con un equipaje demasiado pesado y emocionalmente, psicológicamente y espiritualmente dañino. Queremos a todo costo aferrarnos a no perdonar porque sentimos que tenemos el control y el poder cuando en realidad otorgamos el control y el poder al agresor. Por ejemplo, los sentimientos de ira siguen latentes dentro de nosotros y dichos sentimientos nos siguen atando al agresor y nos seguirán atando hasta la muerte, si lo permitimos. Nos empecinamos a no perdonar porque eso significaría que somos débiles, que le quitaríamos valor al daño el cual fuimos víctimas y así mismo seguimos siendo sus víctimas. Le negamos el perdón para hacerlo según nosotros "sufrir"; cuando ellos muchas veces ya se han olvidado de nosotros y han comenzado una nueva vida. En nuestro corazón creemos hacerlos sufrir pero si somos honestos, los que sufrimos somos nosotros porque cargamos con esta carga demasiado pesada.

El perdonar al infiel no necesariamente se convierte en un acto para beneficiar al agresor, es un acto de bondad hacia tu persona y eres tu quien saldrá beneficiado. Esto no significa que debas tener el mínimo contacto con la persona que te hizo daño; la puedes perdonar con el pensamiento, prometiéndote no guardar rencor, y evitar llevar consigo cualquier sentimiento de ira y venganza, y así mismo no permitirle al agresor seguir atado a ti de ninguna forma. Claro que es fácil decir y difícil de hacer, pero si estas dispuesto a liberarte de los sentimientos negativos que te hacen tanto daño y quieres superar este acto de agresión, es preciso que perdones para poder sanar. Y solo, si eres capaz de perdonar a la otra persona totalmente, serás capaz de encontrar la paz interior necesaria para superar el duelo y rehacer tu vida. Renovarse implica liberarse de los odios y rencores, en todos los aspectos de la vida, pero sobretodo en el de las relaciones sentimentales.

Animo y adelante, cuentas con mi apoyo, como siempre. Aunque he de decirte que para mi, alguien que siempre ha creido en la fidelidad, la ha practicado, la ha justificado y la ha defendido. Como para muchas personas, que no la han sufrido, no sabremos nunca cómo nos afectaría. No es muy facil hablar de la teoría, pero tendríamos que vernos en la práctica. Por ello, prefiero no llegar a cometer la infidelidad, porque no me gustaría que la cometieran conmigo.

Asi que, desde nuestro estatus de single. Como no tenemos un vínculo moral con ninguna pareja, no es posible caer en la infidelidad. Y ademas, porque si lo tuvieras, le estarías siendo infiel al resto. Asi que para mantenerme fiel a todas tus posibles parejas debes de tener el vínculo moral con todas, o con ninguna.



14 de febrero de 2011

FELIZ DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD

Mañana lunes es el día de los enamorados. 14 de Febrero, día del santo patrón Valentín. ¿Quien era San Valentín y porque se celebra el dia de los enamorado?. El día de San Valentín es una celebración tradicional de países anglosajones, que como otras tradiciones, se ha ido implantando en otros países, a lo largo del siglo XX.




En estados unidos, hacia 1840, Esther A. Howland comenzó a vender las primeras tarjets postales de San Valentin, conocidas como "valentines" con la forma de corazón. Para rendir homenaje a las personas amadas. Esta tradición se extendió a inglaterra y a ella se sumó, el dar otro tipo de regalos, como bombones y rosas, institucionalizando el Happy Valentine,s como día para los enamorados. La maquinaria comercial ya estaba en marcha, una vez mas, originada por el país creador del consumismo. Cupido está secuestrado por el comercio internacional. Estoy seguro, que algún día el mismo cupido acabará también, traspasado, cuando deje de ser productivo, por la flecha de algún sicario.






En Europa existen antecedentes de esta celebración de los enamorados. Por ejemplo, en los países nórdicos es durante estas fechas cuando se emparejan y aparean los pájaros. De ahí que este periodo se vea como un símbolo de amor y de creación. Algunos creen que su origen reside en una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego era Eros y a quien los romanos llamaban Cupido. En esta celebración se pedían los favores del dios a través de regalos u ofrendas para conseguir así encontrar al enamorado ideal. Es por ello que Cupido, (el angelito con el arco y la flecha aparece en las tarjetas de felicitación) se ha convertido en icono de los enamorados.


Pero, entonces ¿Quien es San Valentín? y ¿Porque se utiliza la figura de un santo junto a la de un dios pagano como Cupido?. Pues aquí va una pequeña lección de historia; La primera asociación entre el amor romántico y el Día de San Valentín se encuentra en el Parlement of Foules (1382) del poeta inglés Geoffrey Chaucer (1343-1400)  


Porque esto fue el día de san Valentín,
cuando cada ave vino aquí a elegir su pareja.


Chaucer escribió este poema en honor al primer aniversario del compromiso entre el rey Ricardo II de Inglaterra con Ana de Bohemia. Se firmó un tratado acerca de este matrimonio el 2 de mayo de 1381. Se casaron ocho meses después, cuando el rey tenía 13 o 14 años y ella 14. Los lectores supusieron incorrectamente que Chaucer se refería al 14 de febrero como el Día de San Valentín. Sin embargo, en Inglaterra el mes de febrero no es adecuado para que las aves se apareen. En el calendario litúrgico, el onomástico del 2 de mayo es Valentín de Génova. Este hombre y posterior santo fue un obispo de Génova que murió alrededor del año 307. Así que las fechas se adaptarón para que la maquinaria comercial se pusiera en funcionamiento.

Como suele pasar, y de ello hay muchas muestras a lo largo de la historia, se crea una leyenda una fecha señalada y ya esa fecha queda marcada en el calendario, convirtíendose en una tradición. Asi pues, queda demostrado que esta tradición de San Valentín, no tiene ninguna solvencia y que no es mas que fruto de la mentalidad negociadora y consumista de los anglosajones. Y que tristemente acaba introduciéndose en nuestra sociedad, para alegría de los comerciantes.


Realmente estos días cercanos al tan esperado Día del Amor y la Amistad, los comercios están abarrotados de ositos de peluche que gritan te amo. Los diferentes tipos de chocolates en forma de corazón son el artículo más preciado por los consumidores que no dudan ni por un minuto endulzar el corazón de la persona amada. Sin obviar los enormes arreglos de flores que llegarán de sorpresa para adornar la oficina de tu compañera de trabajo.


Y entre todas estas expresiones de amor desenfrenado te encuentras tú. Tu que acabas de terminar una relación amorosa con la persona que creías sería tu media naranja por toda la eternidad, o que llevas mucho tiempo sin sentir esas mariposas en el estómago que una vez sentiste. Tu que no acabas de encontrar a esa persona con quien compartir esa cena romántica con velas, y ese postre de fresas con chocolate o cava, rematada con un "Happy End" típico de la mejor película romántica. Pues aunque te parezca imposible, puedes disfrutar de este día tanto como cualquier pareja de enamorados. se trata de celebrar el Día del Amor que mejor que disfrutarlo con la persona que más te ama en el mundo, que obviamente debes ser tú mismo. Hay muchas alternativas para sentirte especial en este día puedes explorar estas que se mencionan a continuación:




1) Visita un SPA en el cual puedas disfrutar un fantástico circuito de hidroterapia, un delicioso masaje, tratamientos faciales, pedicura, etc., en fin todo lo que te haga sentir mimada(o). No te sientas culpable por los gastos, seguramente habrías gastado más en tu antigua pareja y no te hubiese preocupado.

2)  Alquilar una buena película y disfrutarla a solas puede ser una experiencia realmente relajante. Bueno claramente no elijas una romántica que te haga beberte las lagrimas, opta por aquellas que son divertidas o presentan algún evento histórico.

3) Si no te atreves a ir al SPA porque no estás en forma o estás un poquito sobrepeso regálate una matrícula a a un gimnasio. El hacer ejercicio te ayuda para la salud fisíca, mental y emocional. Y conseguirá que, poco a poco te veas y te vean mas atractivo. Lo que incrementará tus posibilidades de hacer que los demás te aprecien mas. 


Celebra este día como el día del Amor y la verdadera Amistad, y el amor se manifiesta de diferentes maneras. Probablemente tienes a muchas personas que amas, una madre, un padre, hermanos y amigos. Realmente siempre pensamos en celebrar ese día con una PAREJA, pero quién dice que no puedes disfrutar de una hermosa cena con un hermano, hermana, padre, madre o un amiga(o) especial. Saca un huequito en tu ajetreada vida para dedicarselo a un ser realmente querido o con un grupo de amigos y amigas especiales de ese grupo de SINGLES como tu.


Por último, si ya te sientes preparada(o) para cerrar ese capítulo en tu vida, haz una ceremonia de despedida para aquel amor perdido. Comienza por deshacerte de aquellas cosas que te traen recuerdos dolorosos, aquel Teddy Bear que tienes tendido en la cama, aquella foto de las vacaciones que pasaron juntos, o de la boda, o si no llegaste a casarte, aquella sortija que nunca llegó al altar. Todo aquello que te una sentimentalmente a esa persona que ya no está, es un cordón umbilical emocional, que debes cortar, para que aprendas a enfrentarte a tu nueva vida, a llenar tus pulmones de nuevo aire fresco y renovador.





El mejor regalo del Dia del Amor y la Amistad que te puedes hacer es disfrutar de el. Ya sabes que siempre te digo; "Disfruta cada día de tu vida", pues el 14 de febrero es uno de ellos. No pierdas de perspectiva que cada día que permanecemos en este mundo es un regalo y una bendición. Los seres humanos por lo general nos enfocamos más en lo que nos falta que en lo que nos sobra. El tener salud, ser productivos, tener valores que nos permiten aportar un bien a la sociedad y a nuestro entorno son cosas que debemos celebrar día a día. Aprender a amarnos es un mandamiento divino. Recuerda que debes amar a tu prójimo como a ti mismo, no más que a ti mismo, en esto estriba la diferencia.


Te deseo, de corazón, que disfrutes de este día de la verdadera Amistad y del Verdadero Amor, lejos del compromiso de una fecha comercial. Si tienes pareja, celébralo con ella si es que realmente te quiere y tu le correspondes. Pero no olvides nunca que nadie te va a querer como tu mismo. Y si no tienes pareja, celebra el amor que encuentras en tu familia, y en tus amigos, pero, también, queriendote a ti mismo, lo suficiente para que te encuentres tan a gusto que los demás sientan la necesidad de amarte.


Empieza el día con un mi mejor deseo de amor y amistad

4 de febrero de 2011

VIVIENDO LA SOLEDAD EN BUENA COMPAÑIA

Nunca había imaginado que debíamos aprender a convivir con nosotros mismos. Vivimos en un mundo donde, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos mantenemos relaciones con nuestro entorno. Y, muy especialmente, con otros seres humanos. A quienes se supone que necesitamos, no solo para ser conscientes de quienes somos, sino para que entre ambos, nos ayudemos a crecer, desarrollarnos y multiplicarnos.






Cuando uno se levanta por la mañana, solo, siente la necesidad de salir a buscar a alguien para llenar ese vacío que le provoca la soledad. Si tienes la suerte de encontrarte a un vecino en el descansillo o en el portal, ya has comenzado a llenar ese vacío. Si sales a la calle y ves a esas personas que llevan a sus hijos al colegio, a esas otras que ya van en sus coches camino al trabajo, ya sientes que hay otros seres humanos que van a darle sentido a tu vida diaria.


Apenas llegas al trabajo, ya te encuentras a compañeros y compañeras, a quienes ya conoces, y que te hacen  sentirte en la bendita rutina, como uno mas del grupo. Sin embargo, ¿Cuantas veces nos sentimos solos, a pesar de tener tantas personas a nuestro alrededor?. ¿No hemos tenido cientos de veces, cuando hemos caminado por una calle plagada de gente o, incluso en un estadio de fútbol, sensación de estar solos, a pesar de estar rodeados de tanta gente?. Ello ocurre porque no sentimos que estamos en nosotros mismos. No sentimos que estamos cerca de aquello de lo que se puede estar mas cerca; de nuestro espíritu.


Si, de nuestro yo interior. De aquel que está formado por la razón y por los sentimientos. De ese yo interior que nos hace, cada día pensar o sentir. Ese yo interior que nos ayuda a establecer vínculos profundos con otros seres humanos. Los vínculos necesarios para que podamos sentir que le importamos tanto a otras personas como para considerarlas "amigos o amigas". Es cierto que, en algunos momentos, también podemos sentirnos solos junto a ellas, e incluso junto a nuestra pareja. Es fruto de haber perdido esos momentos de intimidad que nos llevaban a compartirlo todo, incluso aquellas ideas, opiniones o sensaciones, opuestas a las de nuestros seres mas queridos.


Cuantas veces, a lo largo de nuestra vida, nos rodeamos de tanta superficialidad, que no nos permite, no solo no llegar a la intimidad de otras personas, sino, también, a nuestra propia intimidad. Su atención se fija en deseos y fantasías perdiéndose, lo que realmente ocurre en su interior. No hay mas que fijarse en los niños. Rodeamos sus vidas de distracciones, de ruido; televisión, videojuegos, consolas.. son los aparatos que sustituyen a las artes como la música, el teatro, la lectura; capaces de alimentar su espíritu y de hacerle crece en creatividad. Esa creatividad que el universo practica y que la raza humana necesita, para afrontar los nuevos retos.


Hemos creado máquinas para sustituir a las relaciones humanas. Ya no pasamos tanto tiempo generando esas relaciones humanas, que tanto nos han ayudado en el pasado. Es cierto que la tecnología nos ha permitido la globalización. La capacidad de generar relaciones a largas distancias. Pero, fallamos en las de corta distancia. Comenzando por los seres mas cercanos; padres, madres, hermanos, pareja, hijos, sobrinos, nietos, a quienes dedicamos tan poco tiempo y de tan poca calidad, que no es raro descubrir, cuando ya es tarde, lo incómodas que se han convertido nuestras relaciones. Todo ello, porque hemos dejado de compartir nuestra intimidad con ellos, porque como nos conocen bien, nos van a juzgar mucho mas.


Esta falta de intimidad en nuestras relaciones con nuestros seres queridos, nos hace, cada día mas, sentirnos seres mas excluidos. Exclusión que nosotros generamos, y que utilizamos para generar el victimismo necesario para tratar de buscar la compañía necesaria para no sentirnos solos. Estamos solos porque nuestro mundo exterior está vacío; vacío de relaciones. Pero, también nos sentimos solos porque nuestro mundo interior está vacío; vacío de conocimiento, vacío de experiencias, vacío de sentimientos, de sensaciones, de ilusiones, de deseos.


¿Como podemos pensar en atraer a otras personas hacia nosotros, sino somos capaces de acercarnos nosotros a otras personas? ¿De conseguir amar, lo suficiente a otras personas, como para conseguir llenar su vida de ilusión? Porque, queridos amigos y amigas el deseo de amar y de ser amado es la energía que impulsa a las personas, de una forma constante, a caminar hacia adelante. A no estancarse emocionalmente. A no conformarse con el estado que está por debajo del amor y del gozo.


Hay personas que prefieren vivir sin un amor porque sienten miedo de arriesgar la comodidad con la que cuentan viviendo solos. Otros porque piensan que han fracasado tanto en su vida amorosa que se sienten muy heridos. Y otros que se han aburrido de alguien a quien amaron alguna vez porque permitieron que la repetición, que la rutina, inundara su vida amorosa. Estas personas, están pensando que ni ellas merecen el amor, ni el amor les merece. Estan equivocadas.


Todos hemos crecido gracias a la compañía, pero sobretodo al amor. Hemos aprendido lo agradable que es el amor y lo desagradable que es el rechazo. Y le tenemos miedo al rechazo. Miedo a no ser aceptado. Por eso muchas veces, vivimos la vida que quieren los demás. Vivimos y nos comportamos como quieren los seres que tenemos a nuestro alrededor. Todo ello por miedo a estar solos. Pero es un error. La gente que está a nuestro alrededor nos aceptará como somos. Y lo que es mas importante, nos deberá querer por como somos.


En la medida en que nosotros nos aceptamos y nos queramos, a nosotros mismos, atraeremos el mismo amor, de los demás, hacia nosotros. Por ello, si no dedicamos tiempo a conocer como somos, a aceptar lo que somos y a crecer como personas, no podremos hacer lo mismo con los demás. No perdamos el tiempo; a partir de hoy dediquemos mucho mas tiempo a entrar en contacto con nosotros mismos. ¿Como?, Empezando por nuestro cuerpo. El es el que nos hace sentir. El lleva las sensaciones físicas a nuestra conciencia. El cuerpo es el que nos pide que cubramos nuestras necesidades mas primarias y materiales. Pero el espíritu es el que nos pide trascender.


Una vez que hemos cubierto nuestras necesidades físicas; de alimento, de sueño, de abrigo, etc. nuestro espíritu nos pide trascender, buscar cada día nuevas sensaciones. A medida que conseguimos encontrar una, necesitamos de otra nueva. Y eso, no puedes conseguirlo solo, sino en la compañía de otros seres humanos que ya hayan alcanzado esa experiencia que ya les sobra, pero que a ti, todavía te falta.




Creo que debemos dirigir nuestras energías diarias hacia el descubrimiento de nuestro yo. Y si no estamos conformes con lo que es, reinventarlo. Crear un nuevo yo que nos permita ser mas felices con nosotros mismos. Y eso nos hará ser felices con los demás. Cada día debemos reinventarnos. Ser conscientes de aquellas partes de nuestro yo que no podemos cambiar y, aprender a vivir con ellas. Pero si crear nuevos aspectos en nuestra personalidad o potenciar los que nos hacen sentir mejor.


Aprender a querernos debe ser el objetivo de cada una de nuestras acciones diarias. Aprender a querernos para aprender a querer a los demás. Y aprender a dejar que los demás nos quieran. Sin miedo a disfrutar de nuestro espacio pero sin cercarlo a los demás. Los otros tienen la misma necesidad que nosotros de comunicación y de establecer vínculos íntimos. No tengamos miedo a ello, pues es lo que nos dará felicidad.