9 de diciembre de 2012

EL AMOR EN TIEMPOS DE CRISIS




No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita.

Esta frase forma parte de una campaña de publicidad que una agencia hizo para una gran compañía de muebles. En el anuncio de televisión se pasan imágenes, en las que se ve a parejas jóvenes, adultas y mayores disfrutando de unas confortables camas y unos cálidos edredones de plumón nórdico. Este último detalle se supone, pero os da una pista de la marca de muebles a la que me refiero.  Complicidad, juegos, sexo y mucho amor son los ingredientes fundamentales de un spot creado para invitar a los españoles a valorar los pequeños placeres de la vida y olvidar el contexto económico que vivimos. Y yo estoy de acuerdo; EL AMOR ES LA RECETA MAS VALIDA PARA ESTA Y TODAS LAS CRISIS.





La crisis ya está instaurada en nuestros hogares, y aunque parezca que sólo afecta a la cesta de la compra y la economía mundial, lo cierto es que también está haciendo mella en nuestra vida sentimental. La falta de dinero nos impide tener vida social, y esto se transforma en mal humor y estrés, algo que, nos guste o no, acaba afectando a nuestra vida emocional.


Según una encuesta realizada por Match.com, el 41% de los hombres y el 35% de las mujeres, están convencidos de este hecho. Y es que, la falta de dinero está cambiando nuestros hábitos en pareja. Ya no podemos permitirnos salir tanto. Esto afecta a las parejas. A los matrimonios porque ya no pueden tener tanta vida social fuera de casa. Y a los solteros, que al no salir cada vez mas acuden a Internet para buscar pareja y conocer gente nueva.


Y cuando conocemos a alguien, a través de internet,  y decidimos dar el paso de quedar con esa persona. Pedirla salir. Hasta nuestras armas de seducción se han visto afectadas. Últimamente tenemos prohibido derrochar, estamos en “Economía de Guerra”. Así que,  por eso, se acabaron los detalles y regalos sin motivo a nuestra posible media naranja. Muchos también han dicho adiós a las románticas cenas en caros restaurantes, ahora, mejor procurar ir a sitios más baratos, y, si es posible, salir sólo a tomar café. Y si el encuentro merece el derroche, mas vale que acabe con un final feliz, o nuestra frustración acabará por hacernos sentir peor.


Para lo que tampoco hay presupuesto es para el cuidado personal; ahora, la ropa tendrá que ser la de la pasada temporada, el maquillaje de marcas más baratas, y el gimnasio pasará a mejor vida, toca salir a correr por el parque. Los viajes no podrán ser tan frecuentes. Pero, teníamos que llegar a esto, porque habíamos hecho del Amor, un objeto mercantil más.Somos tan miserables y egoístas que queremos sacar provecho, incluso en tiempos de crisis, con un sentimiento tan universal y misterioso, como es el AMOR. Ese sentimiento que nos asalta, nos envuelve y nos sorprende, por mucho que queramos evitarlo, es el motor de nuestras vidas.


Si, no es así, que decir de aquello que sentimos cuando llega la Dopamina, esa sustancia que nuestro cuerpo segrega y que nos produce, el estado de atontamiento, el cosquilleo interno, las miradas perdidas, la emoción, la pasión, el deseo y esa sensación de levitar... y tocar el cielo..... No existe más remedio que aceptarlo. Pero, parece ser, que esa hormona, solo actúa durante un corto periodo de tiempo, y después... va perdiendo fuerza... hasta que el cerebro deja de segregarla.  Lo cual quiere decir, que todos esos maravillosos síntomas, desaparecen o disminuyen notablemente, en un periodo aproximado de 2 años, unos cuantos millones de besos y cientos de encuentros sexuales después. Es entonces cuando entra en juego el AMOR. ¿Qué significa esto? Pues que no suele haber amor que no empiece con enamoramiento, pero no hay posibilidad de que un vínculo amoroso esté basado en el enamoramiento, construir un proyecto, comenzar a caminar junto a alguien “solo” por ello, es una grandísima equivocación…


 Según los científicos, nacemos con la capacidad de amar y todo apunta a que es indispensable para vivir. Pero a pesar de la fuerza y el placer que nos proporciona, parece que estamos arrinconando  esa capacidad, evitándolo como si de la peste se tratara Hemos dejado de buscar a los príncipes azules y a las princesas rosas. Esa idea que nos conducía a creer que el amor era la panacea de la felicidad se esfuma. Pensar que estar enamorado, no poder estar ni vivir sin el otro y hacerlo todo juntos, ya no nos convence. Obviamente no vamos a invertir en un proyecto que se tambalea.....Y, sobretodo, cuando pasamos por ver la experiencia de ver a lo que nos conduce el desamor.


En la actualidad existe un fenómeno muy frecuente en el noviazgo, lo que los “expertos” denominan espejismos del amor… Son muchas las personas se acaban casando en el convencimiento de “estar enamoradas”, algo parecido a quien después de caminar por el desierto llega a creer que a unos metros hay un oasis, idealizar es equivalente a ver espejismos. Perdemos el juicio, la razón, por alguien que ni siguiera conocemos bien, lo miramos acercarse y sentimos como nos flaquean las piernas y nos palpita el corazón. Nos empeñamos en ver al príncipe o a la princesa de nuestros sueños encarnado en esa persona y le atribuimos cualidades que por lo común, ésta muy lejos de tener, quisiéramos que fuera como la hemos imaginado y nos empeñamos en ello; pero todo es una invención.


Cuando transcurrido cierto tiempo, nos caemos de la nube y detectamos el error, a veces nos acabamos diciendo que ya conseguiremos hacer cambiar a “esa persona”, para que se asemeje a la de la fotografía que le hicimos cuando nos sentíamos “enamorados”…. ¡Craso error! Nadie debe pretender hacer cambiar a su compañero, al empeñarnos en ello sólo conseguiremos hacerla sentir incómoda, insegura y con temor al rechazo,… y finalmente, no sólo no lograremos hacer que cambie, sino que terminaremos haciéndola desgraciada, a la vez que nos hacemos desgraciados a nosotros mismos, y lo mas duro, que para algunos será de “por vida”.








Pero, ¿No seria más fácil desmitificar el amor? Quizá le damos a la palabra amor demasiado significado. ¿No seria mas fácil ver el amor como un cóctel de amistad, ternura y sexo. Por supuesto, aderezado con lealtad y reciprocidad. Si, ya sabemos que el amor solo es eterno mientras dura, y que un día puede acabarse. Si de cada tres matrimonios, dos acaban rompiéndose, y lo que es más lamentable es que hay quien sigue “vendiéndonos” que el divorcio es un signo de “progreso”, cuando debería ser considerado como síntoma de fracaso social e individual… No cabe duda que el refranero tiene mucha razón en lo de “más vale estar solo que mal acompañado…”, pero, peor es estar acompañadas y sentirse solo…


Vivir con otra persona significa comprometerse en la construcción del camino que lleva del enamoramiento al amor. El amor es la meta, es la cosecha de lo que antes se ha sembrado, abonado, cultivado, tratado con mimo… y se alimenta con las vivencias, para lo cual es imprescindible un profundo conocimiento de la otra persona con la que se pretende compartir el camino. Sólo se ama cuando se conoce a la persona a nivel profundo. Para ello, es necesario cultivar una amistad real. El amor verdadero no es ciego, la idealización si… Como dice Jorge Bucay, “hay que amarse con los ojos abiertos”.


El amor tiene muchas formas y aspectos distintos, dependiendo del momento. Puede ser esplendido o miserable, pero necesario. Y hoy, estamos en un momento, momento de crisis, en el cual, el Amor, es más necesario que nunca. Comenzando por el amor a uno mismo. En estos momentos de baja autoestima para muchos de nosotros. En la medida en que alguien se ame a si mismo, posea amor propio, orgullo por ser quien es, autoestima/autoeficacia podrá amar a su pareja, y la auto aceptación es un concepto que se da en la mente. 

Sólo siendo maduro en al área intelectual es posible aceptar la individualidad e independencia del compañero, evitar los celos, el egoísmo, la posesión. Sólo en el juicio sereno y claro se es capaz de perdonar, ceder, dar otra oportunidad, aceptar errores y estar dispuesto a permitir imperfecciones. Y dentro de estas imperfecciones, no solo las mías, sino las de mi pareja serán siempre eso; imperfecciones con las que, solo desde la madurez, podré convivir y no convertirlas en la excusa para mi infelicidad. Cuando uno ama a otra persona es porque la considera, a él o a ella, como “algo muy valioso”, y porque él o ella contribuyen a su propia felicidad personal y es valioso porque es humano, y lo humano, trae inherente la imperfección.


¿Es lo mismo imperfección que debilidad? Pues no. Imperfección es Igual a Falta de Perfección y Debilidad es igual a falta de Fuerza. ¿Entonces, si un hombre o una mujer son débiles, no merecen ser amados? Pues en nuestra sociedad, los valores han cambiado. Y la fortaleza es considerada un valor que influye en el Amor. Así es, si alguien es considerado débil, no merece ser amado. Y en estos tiempos de crisis, hay muchos hombres y mujeres que no se lo merecen,.. Que triste es que si una persona desea ser amada deberá corregir sus flaquezas, sus debilidades, y podrá hacerse merecedor de ser amado… Nadie ama sin motivo, sin una causa, de forma indiscriminada… uno ama solamente a quien se lo merece,…



Lo curioso es que esas flaquezas que un día vemos en nosotros mismos o en el otro, no han surgido de la noche a la mañana. Los seres humanos, como sujetos enamorados, y como todo lo demás, somos francamente egocéntricos. Quién no se ha sentido más guapo, más ocurrente, más astuto o dulce estando enamorado? No es entonces nuestro propio reflejo el que veneramos en el amor? Y no es esto lo que finalmente se desvanece para mostrar las luces y miserias de la realidad misma? No es el desamor del espejo el que entonces nos perturba?. Si el Amor nos da la fuerza, el Desamor nos da la debilidad. Igual que el enamoramiento nos da motivos para amar a una persona, el des-enamoramiento nos da los motivos para dejar de hacerlo.


Debemos concluir, pues, que: La persona está hecha de emociones, inteligencia y cuerpo. Una pareja debe tener una conexión adecuada en los tres aspectos. La intimidad emocional sólo existe al completar el círculo de intercambio de ideas. La atracción química sólo se da cuando se combinan las vibraciones de ambos. Si alguien cree estar enamorado pero mal correspondido, debe despreocuparse y olvidar. No se trata de amor. Sólo es un capricho, una fantasía que terminará destruyéndolo si se aferra a él. El amor nunca es ciego, la soledad sí lo es. Y, en la mayoría de los casos, la soledad no lleva a fantasear, lo suficiente como para crear relaciones imposibles, y dificultar, así, la llegada del verdadero amor.  Ese Amor que llegará en el día a día de la relación con otra persona, en la rutina cotidiana del existir. El tiempo es la argamasa del amor sólido. Se necesita crear este vínculo todos los días, y muchas veces con esa otra persona con la que queremos crear el vínculo emocional que me haga sentir que nada del otro me es ajeno, nada de él o ella me es indiferente.

Dicen las encuestas que con la crisis, se han ralentizado las separaciones matrimoniales. Quizás sea por cuestiones económicas, pero lo cierto es que, durante los años del bienestar económico habíamos confundido este con el bienestar emocional. Y ahora, la crisis económica, que es, también, una crisis de valores, la afrontamos como una oportunidad de descubrir, hasta que punto nuestro bienestar emocional estaba basado en el bienestar económico. Como decía la frase del principio de este artículo;  “No es mas rico el que mas tiene, sino el que menos necesita”, yo digo no es mas feliz el que mas desea ser amado, sino el que mas ama. Nos pasamos la vida deseando lo que no tenemos y no disfrutamos de lo que hemos conseguido. Y en lo emocional, nos ocurre lo mismo. Trabajamos tanto por conseguir ser amados, pensando en la perfección, que vamos dejando cadáveres en nuestro camino. Nos engañamos a nosotros mismos y, lo peor, a otras personas que pasan por nuestra vida.







Seamos seres humanos honestos, sinceros, transparentes, comunicativos, conscientes, humildes que disfrutan de la vida amando y dejándose amar. Y mucho mas, ahora, donde hay que poner en la balanza el dinero o el amor. Pues siempre el Amor porque el Amor siempre será gasolina para el camino. El difícil camino del Amor en Tiempos de Crisis.

25 de agosto de 2012

EL DOLOR DE LA NECESARIA DESPEDIDA


 
 
 
 


Pienso en ti y vuelvo a sentir el vacío que me provoca la pasión sombría de mi deseo no correspondido.
Vuelvo a ser consciente de como mis ardientes besos, se perdían entre la frialdad perenne de tu cuerpo.
Cuantos lamentos de ayunos de amor sufríamos ante tantos tristes  encuentros de cama programados.
Nuestros besos, gemidos y caricias vagan ya por el espacio tras no haber sido sinceramente correspondidos.
Y, ahora que siento que solo me queda ya vivir soledades en este espacio furtivo, en la nada que tú me dejaste.
Siento que nos ha llegado la despedida, sin rubor alguno.
Salir de la oscuridad, en la que nos sumerge el desamor, y buscar la luz de una nueva amanecer en nuestras vidas.

 
 
Una relación que ya está agotada, por mucho que se quiera mantener por alguna de las partes, o por las dos, no consigue mas que demorar el encuentro con la felicidad que ambas partes añoran y desean. Cuanto nos cuesta, a veces, dar ese paso. ¿Qué lo motiva? ¿Miedo a la soledad? ¿Al desamparo? ¿A perder la calidad de vida?. El deseo de seguir enganchados a un pasado que ya no volverá y que es imposible de recuperar.
Cuando buscamos el amor de otro ser humano para formar una pareja, estamos pensando en tener una vida mejor que la que tenemos al estar solos. Es posible que pensemos que, a veces es mejor estar solo que mal acompañado. Pero como seres sociales que somos, necesitamos no solo de la compañía, sino del afecto, del cariño, y del amor que nos pueden generar otros seres humanos. Pero, lógicamente, nos tiene que compensar y generar momentos y situaciones positivas y agradables. ¿Qué sucede cuando quedamos atrapados en una relación en la que  predominan los malos momentos?
Este tipo de relaciones, en las que dos personas sufren constantemente, se denominan relaciones tóxicas. Estas relaciones de pareja te producen mucha pena y desdicha y muy poca alegría y buenos momentos. Un factor común en este tipo de parejas, además de la infelicidad, es que en la gran mayoría de los casos, es una de las partes la que intenta, constantemente, sostener esta relación por muy imposible que esto resulte, desgastándola, de esta manera, aún más y provocando una mayor insatisfacción
 Las relaciones sanas son aquellas en que las dos personas ganan en afectividad, comprensión, contención... casi podríamos decir que se trataría de una relación en la que en el juego del amor sería ganar-ganar. Es decir; los dos ganan. En cambio, en las relaciones tóxicas, es un juego en el que solamente se produce perder-ganar. O peor aún, en casos más extremos: perder-perder.
 
 
 
Pasamos, en este tipo de relaciones, por momentos en los que nos sentimos tan heridos que deseamos no estar más con la otra persona. Hay demasiado sentimiento de culpa, porque la relación se basa en el sarcasmo, ironías y burlas como mecanismos de manipulación entre ambos, pero que al final desencadena en reacciones violentas y dolorosas. Es un momento en el que sientes que has perdido la capacidad de decidir por ti mismo, que te encuentras cautivo/a ante el carácter de la otra persona. Y tienes la sensación de que estás cediendo tanto tu libertad personal para que la otra parte esté contento o no le genere conflicto que has perdido tu  personalidad.
En la mayoría de las ocasiones en las que participamos de una relación tóxica, no somos conscientes de cómo o porqué se produce. Hay varios motivos;  A veces nuestra baja autoestima, el creernos salvadores/as del otro (pensar que le podemos cambiar y hacerle mejor), el asumir un rol de víctima en el que nos encontramos a gusto, la urgencia de necesidad de cariño, el miedo a la soledad, el aburrimiento o falta de estímulos emocionales, la necesidad de cumplir con un rol social (esposo/a, madre o padre).
 
También, algunas veces tratamos por todos los medios posibles de enmascarar la realidad para seguir manteniendo las apariencias y la estructura social, aunque el costo interno suele ser demasiado alto. Y, por último, el miedo a seguir avanzando en la vida: a veces aceptamos quedarnos en una zona conocida en vez de crecer, desarrollarnos, cambiar y superarnos. Son los motivos que nos llevan a aceptar este tipo de relaciones. De las que, en mayor o menor grado, con el tiempo acabamos siendo conscientes.
 
¿Hay alternativa?. La respuesta es sí. Una relación sana. Donde siempre hay un límite bien claro y es el respeto y el amor a uno mismo, que debe estar por encima de todo lo demás.  Pero, es necesario dar el primer paso. Un primer paso en el que hay que tomar la decisión de cambiar los términos de tu vínculo de pareja tóxico en el momento que estés preparado (o preparada) para hacerlo. En ocasiones será necesario recurrir a un profesional para que nos ayude, generalmente un psicólogo, mediador familiar, abogado, etc. Que, de una forma objetiva te ayude a abandonar el papel que asumiste en este vínculo ya sea de salvador, maltratado, quien-todo-lo-aguanta, perdedor o sumisa
Ante tu decisión, la otra persona automáticamente cambiará su postura al tratarte ya que no encontrará el mismo eco de tu parte (por ejemplo, para que haya una persona en rol de "verdugo" debe existir su contraparte, alguien que asuma el rol de víctima. Tal vez no te resulte fácil controlar tus emociones o sentimientos, aunque sí puedes elegir qué hacer y qué no hacer con ellos. Siempre debes pensar que eres libre para decidir qué clase de relaciones y de personas te rodearán cada día de tu vida. Pero lo más importante es tener siempre presente que somos libres para elegir el tipo de pareja que deseamos tener, y que si esta no nos hace felices podemos dejarlo todo y recomenzar una nueva vida, donde consciente o inconscientemente buscaremos, de nuevo, una vida de pareja.
Si esto ocurriera. Si, de nuevo encontráramos otra persona con quien nos volviera a compensar la vida compartida. Que seamos conscientes de los motivos. Y que estos no nos lleven, de nuevo a una relación tóxica. Sino a disfrutar de una vida en pareja sana y productiva para ambas partes. Una relación donde la pareja consiga un equilibrio emocional y el mantenerse en situaciones de equidad en todos los aspectos que atañen a la pareja: dinero, amor, oportunidades, amigos, etc.
 
 
Para ello, la comunicación, la expresión de sentimientos tiene que ser abierta, honesta y con claridad. Estar de acuerdo en que es posible expresarse sin temores. Para ello, se requiere que ambos participen en el vínculo con la misma capacidad de: solidaridad, preocupación, demostraciones de amor, crecimiento y desarrollo. Esto supoene un trabajo interior individual, incluso anterior a la relación, pero también, trabajo en común, a medida que se hace camino en pareja.

28 de julio de 2012

A PESAR DEL AMOR, DEBEMOS DE SEGUIR VIVIENDO





El amor tiene firma de autor en las causas perdidas 
El amor siempre empieza soñando y termina en insomnio 
Es un acto profundo de fé que huele a mentira 
El amor baila al son que le toquen, sea Dios o el demonio... 



Así comienza la canción de Alejandro Arjona. Una poesía al Amor, al verdadero Amor, no a la idea romántica del Amor, sino a la real, a la que queda cuando el enamoramiento desaparece. Cuando verdaderamente somos conscientes de que estábamos enajenados, adormilados, drogados, o en un sueño que termina. Porque son ciertas las palabras que dicen que el Amor "empieza apareciendo en un sueño, y acaba convirtiendose en pesadilla".

Llega el Amor, precedido del Enamoramiento. Todos conocemos a una persona, nos atrae, no sabemos bien por que. Y, por otro lado, hay algo que nos repele, lo intuimos. Pero, de repente, entran en juego las hormonas, el apetito sexual, la necesidad de sentirse querido. Y ya esta. Ese coctail tan explosivo ya ha creado el caldo de cultivo para que hayamos dejar entra al enamoramiento, el representante maléfico de ese caballero oscuro que es el Amor. El enamoramiento sabe jugar bien su papel, y como buen vendedor, nos encandila de tal forma, que en menos de lo que canta un gallo, nos ha vendido el paquete. A esa persona, que acabamos de comprar y poner en las mejores estanterías de nuestro corazón, nuestro cuerpo, nuestra alma, y hasta nuestra casa.

No sabemos como y cuando, pero, de repente, nos encontramos con que esa persona que ha entrado en nuestra vida, viene acompañada de un caballero oscuro. No, no es Dart Vader, el de la guerra de las galaxias, aunque podría serlo, es El Amor. Y este señor tiene la llave del cerrojo de nuestro corazón, da igual que sea mas fuerte o mas grande, el Amor se abre paso y ocupa su lugar preferente en lo mas hondo de nuestra existencia. Pronto nos invita a que llamemos a las amistades y a los familiares para presumir de su compañia. Ellas, con buen criterio nos aconsejaran sobre sus malas intenciones, sobre la premura o la inconveniencia de rendirse a sus encantos, de su mas íntima compañía. Pero el Amor nos habla al oido y nos pide arrogancia, la arrogancia de presumir de sus bondades, y la arrogancia, también, de aferrarse a lo imposible. 

Y si por un momento dudas, porque el murmullo de las voces de tus amigos y familia te hace cuestionar la veracidad de ese Amor, el caballero te toma en sus brazos, mueve su capa y te hace sentir como se elevan tus pies para disfrutar de esa sensación de ingravided que todos tenemos cuando nos sentimos enamorados. Te hace beber de las fuentes de las peliculas románticas, de las fotos del papel couche, o de los seriales radiofónicos para que sientan el burbujeo en tu estómago que te recuerda lo perdidamente enamorado que estás de tu pareja.

Pero el mismo caballero que nos eleva, cuando ha llegado a lo mas alto, nos suelta y hace que nos desplomemos sobre el suelo de la realidad, golpeandote emocionalmente y provocando las heridas mas dolorosas que uno puede recibir en su vida. Las heridas del Amor. Y aturdido mirás hacia arriba y ya no ves al caballero Amor.  Y miras a tu lado y ya no está tu pareja. O está, pero parece lejana, distante, sin prestarte atención porque está mirando a otra persona. Cuan ingrato el Amor que te eleva hasta el cielo con el fin de hacerte caer. ¿Será para aprender?.¿ El que? ¿Una lección?. Si, la lección de que el Amor no es para siempre.

¿Por que no? Porque el Amor es un sentimiento, y como viene se va. Aparece y desaparece. No dura eternamente. Es como un huracán que llega con su fuerza, te arrastra aunque te agarres, te eleva contra tu voluntad pero llega un momento en el que ha perdido su fuerza. Y entonces te deja caer al vacío emocional.

Pero esa fuerza que tiene este sentimiento, en nuestra vida, que domina nuestra mente, y nos obliga a cometer actos trascendentes para nuestra existencia.  ¿Es tan importante?. ¿Cómo le podemos dar tanto poder a un sentimiento? Por este sentimiento, se unen familias, herencias, empresas, países, pero lo mismo que se únen se separan y provocan dolor, destrucción e incluso muerte. No nos damos cuenta de que cuando conquistamos a nuestro amor platónico somos nosotros los que de verdad perdemos los sentidos? Los sentidos… ¡y hasta el juicio¡. Llega un punto en que no nos enteramos de lo que pasa más allá de nuestras narices, porque o no podemos o no queremos.  Quizá hasta se debilita nuestra capacidad intelectual y se erosiona nuestro  sentido común. No merece la pena tanto desgaste intelectual, emocional y psicológico. Si, psicológico, porque muchas personas acaban necesitadas de tratamiento.


Por eso, he llegado a la conclusión de que a el amor hay que disfrutarlo desde lejos. Verlo en las películas, en los culebrones y reirse con el. Admirarlo y ver su fuerza, maravillarse de su poder en los otros. Ver como aquellos que se lo declaran saborean sus palabras, sus sonidos, sus emociones. Y yo cuando lo vea pasar le pediré al caballero oscuro que siga su camino. Que yo ya le conozco, que a mi ya no me engaña mas. 

Por ello, no nos engañemos. Porque aunque se ve perfecto, en películas, novelas, culebrones, etc. el Amor siempre conlleva, a medio o largo plazo error. Desde el principio, cuando te permite atarte a una persona que no conoces bien, a quien ves distorsionada de la realidad, la subes en un pedestal, la idolatras, la misma que un tiempo mas tarde te escupe, te insulta y que incluso te mata el Amor te engaña. Utiliza todas sus armas para hacer de ti un ser indefenso, manejable, lo que permitirá a la otra persona con mayor control de sus sentimientos encadenarte de por vida. Y ya estarás perdido. Habrás muerto como ser independiente emocional y hasta económicamente hablando.

Así pues, querido caballero oscuro, te aconsejo que evites acercarte a mi todo lo posible. Ya lo has hecho muchas veces y siempre he perdido. Pero ahora me siento preparado. Me siento alumno aventajado. Preparado para hacerte frente y no voy a sucumbir mas a tus artes de persuasión. Se acabaron las llamadas, las cenas y los viajes románticos, los regalos, las flores, los anillos. No me vuelves a elevar hasta el cielo, para luego dejarme caer al vacío emocional y darme de cara con el sinsabor, la indiferencia o el odio de una persona por la que hubiera dado la vida.

Seguiré viviendo, sin el Amor, felíz y contento de haberlo tenido, no resignado sino agradecido. Sacaré de vez en cuando el albúm de los buenos recuerdos y lo miraré satisfecho de haber sido siempre honesto, sincero, fiel y generoso. Siempre también agradecido por los frutos recibidos. Esas dos princesas que siempre guardarán mi trono. Y mirare, al final de mis días, cuando pase frente a mi, con respeto, humildad y un poco de tristeza, el desfile mortal del cadaver de todos los sueños que tuve cuando el Amor vivía conmigo.





A pesar del Amor, de su amenazadora existencia, debemos seguir viviendo.