No es más rico el que más tiene
sino el que menos necesita.
Esta frase forma parte de una campaña de publicidad que
una agencia hizo para una gran compañía de muebles. En el anuncio de televisión
se pasan imágenes, en las que se ve a parejas jóvenes, adultas y mayores
disfrutando de unas confortables camas y unos cálidos edredones de plumón nórdico.
Este último detalle se supone, pero os da una pista de la marca de muebles a la
que me refiero. Complicidad, juegos,
sexo y mucho amor son los ingredientes fundamentales de un spot creado para
invitar a los españoles a valorar los pequeños placeres de la vida y olvidar el
contexto económico que vivimos. Y yo estoy de acuerdo; EL AMOR ES LA RECETA MAS
VALIDA PARA ESTA Y TODAS LAS CRISIS.
La crisis ya está instaurada en nuestros
hogares, y aunque parezca que sólo afecta a la cesta de la compra y la economía
mundial, lo cierto es que también está haciendo mella en nuestra vida
sentimental. La falta de dinero nos impide tener vida social, y esto se
transforma en mal humor y estrés, algo que, nos guste o no, acaba afectando a
nuestra vida emocional.
Según una encuesta realizada por
Match.com, el 41% de los hombres y el 35% de las mujeres, están convencidos de
este hecho. Y es que, la falta de dinero está cambiando nuestros hábitos en
pareja. Ya no podemos permitirnos salir tanto. Esto afecta a las parejas. A los
matrimonios porque ya no pueden tener tanta vida social fuera de casa. Y a los
solteros, que al no salir cada vez mas acuden a Internet para buscar pareja y
conocer gente nueva.
Y cuando conocemos a alguien, a través de internet, y decidimos dar el paso de quedar con esa
persona. Pedirla salir. Hasta nuestras armas de seducción se han visto
afectadas. Últimamente tenemos prohibido derrochar, estamos en “Economía de
Guerra”. Así que, por eso, se acabaron
los detalles y regalos sin motivo a nuestra posible media naranja. Muchos
también han dicho adiós a las románticas cenas en caros restaurantes, ahora,
mejor procurar ir a sitios más baratos, y, si es posible, salir sólo a tomar
café. Y si el encuentro merece el derroche, mas vale que acabe con un final feliz,
o nuestra frustración acabará por hacernos sentir peor.
Para lo que tampoco hay presupuesto es para el cuidado
personal; ahora, la ropa tendrá que ser la de la pasada temporada, el
maquillaje de marcas más baratas, y el gimnasio pasará a mejor vida, toca salir
a correr por el parque. Los viajes no podrán ser tan frecuentes. Pero, teníamos
que llegar a esto, porque habíamos hecho del Amor, un objeto mercantil más.Somos
tan miserables y egoístas que queremos sacar provecho, incluso en tiempos de
crisis, con un sentimiento tan universal y misterioso, como es el AMOR. Ese
sentimiento que nos asalta, nos envuelve y nos sorprende, por mucho que
queramos evitarlo, es el motor de nuestras vidas.
Si, no es así, que decir de aquello que sentimos cuando
llega la Dopamina, esa sustancia que nuestro cuerpo segrega y que nos produce,
el estado de atontamiento, el cosquilleo interno, las miradas perdidas, la emoción,
la pasión, el deseo y esa sensación de levitar... y tocar el cielo..... No
existe más remedio que aceptarlo. Pero, parece ser, que esa hormona, solo actúa
durante un corto periodo de tiempo, y después... va perdiendo fuerza... hasta
que el cerebro deja de segregarla. Lo
cual quiere decir, que todos esos maravillosos síntomas, desaparecen o
disminuyen notablemente, en un periodo aproximado de 2 años, unos cuantos
millones de besos y cientos de encuentros sexuales después. Es entonces cuando
entra en juego el AMOR. ¿Qué significa esto? Pues que no suele haber amor que
no empiece con enamoramiento, pero no hay posibilidad de que un vínculo amoroso
esté basado en el enamoramiento, construir un proyecto, comenzar a caminar
junto a alguien “solo” por ello, es una grandísima equivocación…
Según los científicos,
nacemos con la capacidad de amar y todo apunta a que es indispensable para
vivir. Pero a pesar de la fuerza y el placer que nos proporciona, parece que
estamos arrinconando esa capacidad, evitándolo
como si de la peste se tratara Hemos dejado de buscar a los príncipes azules y
a las princesas rosas. Esa idea que nos conducía a creer que el amor era la panacea
de la felicidad se esfuma. Pensar que estar enamorado, no poder estar ni vivir
sin el otro y hacerlo todo juntos, ya no nos convence. Obviamente no vamos a
invertir en un proyecto que se tambalea.....Y, sobretodo, cuando pasamos por
ver la experiencia de ver a lo que nos conduce el desamor.
En la actualidad existe un fenómeno muy frecuente en el
noviazgo, lo que los “expertos” denominan espejismos del amor… Son muchas las
personas se acaban casando en el convencimiento de “estar enamoradas”, algo
parecido a quien después de caminar por el desierto llega a creer que a unos
metros hay un oasis, idealizar es equivalente a ver espejismos. Perdemos el
juicio, la razón, por alguien que ni siguiera conocemos bien, lo miramos
acercarse y sentimos como nos flaquean las piernas y nos palpita el corazón.
Nos empeñamos en ver al príncipe o a la princesa de nuestros sueños encarnado
en esa persona y le atribuimos cualidades que por lo común, ésta muy lejos de
tener, quisiéramos que fuera como la hemos imaginado y nos empeñamos en ello;
pero todo es una invención.
Cuando transcurrido cierto tiempo, nos caemos de la nube y
detectamos el error, a veces nos acabamos diciendo que ya conseguiremos hacer
cambiar a “esa persona”, para que se asemeje a la de la fotografía que le
hicimos cuando nos sentíamos “enamorados”…. ¡Craso error! Nadie debe pretender
hacer cambiar a su compañero, al empeñarnos en ello sólo conseguiremos hacerla
sentir incómoda, insegura y con temor al rechazo,… y finalmente, no sólo no
lograremos hacer que cambie, sino que terminaremos haciéndola desgraciada, a la
vez que nos hacemos desgraciados a nosotros mismos, y lo mas duro, que para
algunos será de “por vida”.
Pero, ¿No seria más fácil desmitificar el amor? Quizá le
damos a la palabra amor demasiado significado. ¿No seria mas fácil ver el amor
como un cóctel de amistad, ternura y sexo. Por supuesto, aderezado con lealtad
y reciprocidad. Si, ya sabemos que el amor solo es eterno mientras dura, y que
un día puede acabarse. Si de cada tres matrimonios, dos acaban rompiéndose, y
lo que es más lamentable es que hay quien sigue “vendiéndonos” que el divorcio
es un signo de “progreso”, cuando debería ser considerado como síntoma de
fracaso social e individual… No cabe duda que el refranero tiene mucha razón en
lo de “más vale estar solo que mal acompañado…”, pero, peor es estar acompañadas
y sentirse solo…
Vivir con otra persona significa comprometerse en la
construcción del camino que lleva del enamoramiento al amor. El amor es la meta, es la cosecha de lo
que antes se ha sembrado, abonado, cultivado, tratado con mimo… y se alimenta
con las vivencias, para lo cual es imprescindible un profundo conocimiento de
la otra persona con la que se pretende compartir el camino. Sólo se ama cuando
se conoce a la persona a nivel profundo. Para ello, es necesario cultivar una
amistad real. El amor verdadero no es ciego, la idealización si… Como dice
Jorge Bucay, “hay que amarse con los ojos
abiertos”.
El amor tiene muchas formas y
aspectos distintos, dependiendo del momento. Puede ser esplendido o miserable,
pero necesario. Y hoy, estamos en un momento, momento de crisis, en el cual, el
Amor, es más necesario que nunca. Comenzando por el amor a uno mismo. En estos
momentos de baja autoestima para muchos de nosotros. En la medida en que
alguien se ame a si mismo, posea amor propio, orgullo por ser quien es,
autoestima/autoeficacia podrá amar a su pareja, y la auto aceptación es un
concepto que se da en la mente.
Sólo siendo maduro en al área intelectual es
posible aceptar la individualidad e independencia del compañero, evitar los
celos, el egoísmo, la posesión. Sólo en el juicio sereno y claro se es capaz de
perdonar, ceder, dar otra oportunidad, aceptar errores y estar dispuesto a
permitir imperfecciones. Y dentro de estas imperfecciones, no solo las mías,
sino las de mi pareja serán siempre eso; imperfecciones con las que, solo desde
la madurez, podré convivir y no convertirlas en la excusa para mi infelicidad. Cuando
uno ama a otra persona es porque la considera, a él o a ella, como “algo muy
valioso”, y porque él o ella contribuyen a su propia felicidad personal y es
valioso porque es humano, y lo humano, trae inherente la imperfección.
¿Es lo mismo imperfección que debilidad? Pues
no. Imperfección es Igual a Falta de Perfección y Debilidad es igual a falta de
Fuerza. ¿Entonces, si un hombre o una mujer son débiles, no merecen ser amados?
Pues en nuestra sociedad, los valores han cambiado. Y la fortaleza es
considerada un valor que influye en el Amor. Así es, si alguien es considerado débil,
no merece ser amado. Y en estos tiempos de crisis, hay muchos hombres y mujeres
que no se lo merecen,.. Que triste es que si una persona desea ser amada deberá
corregir sus flaquezas, sus debilidades, y podrá hacerse merecedor de ser
amado… Nadie ama sin motivo, sin una causa, de forma indiscriminada… uno ama
solamente a quien se lo merece,…
Lo curioso es que esas flaquezas
que un día vemos en nosotros mismos o en el otro, no han surgido de la noche a
la mañana. Los seres humanos, como sujetos enamorados, y como todo lo demás,
somos francamente egocéntricos. Quién no se ha sentido más guapo, más
ocurrente, más astuto o dulce estando enamorado? No es entonces nuestro propio
reflejo el que veneramos en el amor? Y no es esto lo que finalmente se
desvanece para mostrar las luces y miserias de la realidad misma? No es el
desamor del espejo el que entonces nos perturba?. Si el Amor nos da la fuerza,
el Desamor nos da la debilidad. Igual que el enamoramiento nos da motivos para
amar a una persona, el des-enamoramiento nos da los motivos para dejar de
hacerlo.
Debemos concluir, pues, que: La
persona está hecha de emociones, inteligencia y cuerpo. Una pareja debe tener
una conexión adecuada en los tres aspectos. La intimidad emocional sólo existe
al completar el círculo de intercambio de ideas. La atracción química sólo se
da cuando se combinan las vibraciones de ambos. Si alguien cree estar enamorado
pero mal correspondido, debe despreocuparse y olvidar. No se trata de amor.
Sólo es un capricho, una fantasía que terminará destruyéndolo si se aferra a
él. El amor nunca es ciego, la soledad sí lo es. Y, en la mayoría de los casos,
la soledad no lleva a fantasear, lo suficiente como para crear relaciones
imposibles, y dificultar, así, la llegada del verdadero amor. Ese Amor que llegará en el día a día de la
relación con otra persona, en la rutina cotidiana del existir. El tiempo es la
argamasa del amor sólido. Se necesita crear este vínculo todos los días, y
muchas veces con esa otra persona con la que queremos crear el vínculo
emocional que me haga sentir que nada del otro me es ajeno, nada de él o ella me
es indiferente.
Dicen las encuestas que con la crisis,
se han ralentizado las separaciones matrimoniales. Quizás sea por cuestiones
económicas, pero lo cierto es que, durante los años del bienestar económico habíamos
confundido este con el bienestar emocional. Y ahora, la crisis económica, que
es, también, una crisis de valores, la afrontamos como una oportunidad de
descubrir, hasta que punto nuestro bienestar emocional estaba basado en el
bienestar económico. Como decía la frase del principio de este artículo; “No es mas rico el que mas tiene, sino el que
menos necesita”, yo digo no es mas feliz el que mas desea ser amado, sino el
que mas ama. Nos pasamos la vida deseando lo que no tenemos y no disfrutamos de
lo que hemos conseguido. Y en lo emocional, nos ocurre lo mismo. Trabajamos
tanto por conseguir ser amados, pensando en la perfección, que vamos dejando
cadáveres en nuestro camino. Nos engañamos a nosotros mismos y, lo peor, a
otras personas que pasan por nuestra vida.
Seamos seres humanos honestos,
sinceros, transparentes, comunicativos, conscientes, humildes que disfrutan de
la vida amando y dejándose amar. Y mucho mas, ahora, donde hay que poner en la balanza el dinero o el amor. Pues siempre el Amor porque el Amor siempre será gasolina para el camino. El difícil camino del Amor en Tiempos de Crisis.