10 de enero de 2021

EL AMOR DESPUES DEL COVID

 ¿Estáis seguros de querer vivir atados toda la eternidad?

Esto es lo que le preguntó el chaman de una tribu indígena americana a una pareja de jóvenes que decidieron casarse. Ellos sintieron desde pequeños una atracción que les había llevado, cuando alcanzaron la mayoría de edad, a dar el paso de acudir al cacique para cumplir las leyes y formalizar su deseo de estar juntos como matrimonio, ante toda la comunidad.

Pero como sentían que su amor era muy profundo, decidieron ir mas allá y hablar con el chaman de la tribu para que les uniera mas allá de esta vida. Para que sus almas estuvieran juntas por toda la eternidad. Así cuando se reencarnasen pudieran volver a encontrarse y, así, eternamente.

El chaman les respondió que no había problema pero que tenían que hacer antes algo. Les pidió que fueran a la cima de la montaña y que trajeran una pareja de águilas adultas. Un macho y una hembra. Y cuando las tuvieran, que volvieran a el, trayendo, además, una cuerda.

Ellos así lo hicieron. Y al cabo de dos días volvieron frente al chaman con la pareja de águilas y la cuerda. El chaman les pidió que ataran un extremo de la cuerda a una pata del macho y el otro extremo a una pata de la hembra. Al soltarlas, las águilas al sentirse atadas y no poder volar empezaron a picotearse. Lastimándose entre ellas al sentir que no podían echar el vuelo.

A los pocos minutos, y para evitar que las águilas se dañasen del todo, el chaman soltó la cuerda de sus patas y estas emprendieron el vuelo. Felices de verse liberadas y juntas, comenzaron a trazar circulos en el cielo.




Es entonces cuando el chaman mira a la pareja y les pregunta si están seguros de querer vivir atados toda la eternidad. La conclusión; Cada persona evoluciona de distinta manera. 

Durante este tiempo de pandemia, el universo nos ha puesto en una situación, donde hemos tenido que parar nuestra actividad diaria. Encontrarnos con nuestra realidad. Con una relación mas constante y cercana con nuestra pareja, en un espacio reducido, ha magnificado las situaciones y ha obligado a tener que afrontar nuestra verdadera relación con el otro. 

Esto ha ocasionado que las parejas que eran fuertes antes de que todo esto llegara son hoy, aún más fuertes. Ya sabían cómo usar su relación como recurso en momentos de estrés. Sin embargo, las parejas que se han visto más afectadas son aquellas en las que había problemas antes de que esto comenzara.

Quiero centrarme en aquellas parejas que han resistido. Aquellas que hoy son mas fuertes. Hay una explicación científica en ello. Una visión cuántica de las relaciones de pareja. Y es la siguiente; Para la ciencia moderna el ser humano es el universo en si mismo. Es una visión holística. Aristóteles dijo; "El todo es mayor que la suma de sus partes."

Esto supone que los átomos que forman nuestros cuerpos son los mismos que salieron de una estrella hace millones de años. Esto dice mucho de el lugar que ocupamos en el universo. Es extraordinario pensar que estamos hecho de polvo de estrellas, que somos materia en expansión. En continuo movimiento por el universo.




Todo lo que hoy somos comenzó con el Big Bang. Hubo una expansión producida por una explosión, (Nacimiento) un viaje a través de la existencia, con una agrupación de materia, (crecimiento), una atracción giratoria (socializacion) y una atracción gravitatoria lineal (atracción de parejas).

Esta fuerza gravitatoria y lineal entre dos personas que produce la unión es lo que hemos denominado; Amor. Pero esta fuerza se caracteriza por tener 3 etapas; 1. Etapa de Lujuria 2. Etapa de Enamoramiento. 3. Etapa de Apego

La Etapa de Lujuria es donde surge un despertar hormonal. La testosterona y los estrógenos se revolucionan y producen la necesidad de buscar sensaciones placenteras. El cerebro activa nuestra voluntad y nuestro cuerpo para que nos unamos a otro ser en busca de placer. 

La Etapa de Enamoramiento es cuando, tras la lujuria, el cerebro produce sensaciones placenteras cuando pensamos en una persona en concreto o cuando estamos con ella. El nivel de serotonina baja y nos genera una obsesión compulsiva de estar con esa persona todo el tiempo.

La Etapa de Apego. Se produce cuando en nuestro cuerpo, tras las relaciones sexuales placenteras y continuadas, la mezcla de la oxitocina y la vasopresina generan una sensación tan agradable que nos lleva a plantearnos el estado de afecto permanente. El apego, la permanencia con esa persona.

Es en esta etapa cuando en esa relación de permanencia debemos descubrir si solo estamos con esa pareja para resolver nuestras emociones. Es decir, si estamos buscando fuera de nosotros cubrir nuestro vacío interior, En ese caso, estaríamos en una pareja "karmica", es decir; donde dos personas forman pareja para resolver emociones. Esto no es del todo negativo. Es positivo cuando la otra persona es consciente y mantiene contigo la relación de pareja para enseñarte a crecer. Pero, en la mayoría de los casos, es negativo, porque ambas personas no son conscientes de que han creado una relación de pareja de dependencia. 




¿Cómo te das cuenta que estás viviendo algún karma negativo en una relación de pareja? Pues, por ejemplo, cuando sientes que vuelves a vivir lo mismo que con diferentes parejas que has tenido anteriormente. Pasa un tiempo y sientes que ya no funciona. Por eso, para identificar el karma negativo en tu pareja hay que saber cuáles son tus patrones psicológicos en las relaciones amorosas. ¿Qué tipo de persona buscas, que tipo de persona atraes y por qué?

Cuando una persona entiende que es un ser completo, único, diferente y que siente que evoluciona. Ha entendido, con el trabajo de crecimiento personal que los seres humanos nos unimos en base a la dependencia emocional, el miedo a la soledad, a través de nuestros vacíos interiores. Y a todo eso le estamos denominando; "amor". Que, posteriormente comenzamos a caminar juntos, recreando las más dolorosas circunstancias, proyectando nuestra obscuridad en nuestro escenario de vida y le seguimos llamando amor, y no dependencia. Y es dependencia; porque nos atan los hijos, los papeles firmados, la sociedad con sus presiones y nuestros más profundos miedos. Cuando ese aprendizaje termina, el karma se libera. Y nos encontramos preparados para el  verdadero AMOR, con mayúsculas; El Amor Incondicional. Para acompañar a otra persona en igualdad y seguir juntos un camino de evolución y crecimiento constante, en total armonía.

Pero sabiendo, que NADA ES PARA SIEMPRE, la personas que han descubierto el Amor Incondicional,, siendo conscientes de que permanecerán juntos el tiempo que deba ser. Sintiendo durante el tiempo que estén juntos que una pareja son dos almas que se unen para acompañarse, que han decidido recorrer juntos el camino para apoyarse y ayudarse a crecer. Viviendo la experiencia del Amor Incondicional, de volar juntos, en libertad, en la nueva energía. Porque el amor, mas que un sentimiento, es una frecuencia de energía.

En la vieja energía le decimos amor a la dependencia, a la posesión. Volcamos nuestra vida en la otra persona esperando que ella sea la responsable de nuestra vida y nuestra felicidad, decimos frases como “busco una persona que me haga feliz” ó “Quiero un amor para no sufrir de soledad” ó “Sin una pareja estoy vacío”. La dependencia es mutua entre parejas, la mujer, en muchos casos todavía, depende del sueldo del esposo y el esposo de las labores del hogar que desempeña la esposa, ambos dependen, también, emocionalmente de la pareja por lo que es difícil concebir la vida “sin ella”. Se siente que “el amor duele” sin contemplar la idea de que cuando duele… no es amor. Más que la unión, se busca la atadura. Más que compañía se busca poseer. Se busca siempre “la media naranja” pensando que un compañero es complemento del otro (como si se estuviera incompleto).

En la nueva energía ninguna de las partes espera que su pareja “la haga feliz” ya que ambos saben que esta difícil responsabilidad solo nos pertenece a nosotros mismos. No esperamos que nuestra pareja llene nuestras expectativas o llene nuestras carencias o vacíos internos ya que la pareja se une para compartir y solo se comparte cuando se está lleno internamente, cuando se vive con vacíos la demanda a nuestra pareja es tan grande que terminamos desgastándolo, nunca es suficiente para llenar el vacío. Las parejas comparten absolutamente todo, tanto el apoyo incondicional de ambos, como el apoyo en el sustento diario, las labores del hogar o la educación de los hijos (que hermoso ver actualmente a los papás muy involucrados con los hijos). Se tiene la certeza que el amor no duele, porque es la base de la creación humana. Se deja de buscar “la media naranja” para buscar una “naranja completa” que comparta su individualidad con nosotros.




En estos tiempos de Covid, si algo he descubierto es que en el crecimiento personal orientado hacia el autoconocimiento está la felicidad. Que el universo nos ha dotado de cuerpo, mente y alma para aprender a vivir el presente. Nos han enseñado desde pequeños que debemos vivir creando o diseñando metas, creyendo que: «Cuando tenga dinero me sentiré realizado» o «Cuando encuentre al amor de mi vida seré feliz». Afirmaciones como esta nos hacen pensar que la finalidad de la vida es llegar al punto «x» o «y» y aunque las metas son necesarias en la vida, no debemos olvidarnos nunca de que todo lo que hay antes de llegar a la meta también forma parte de la vida y representa NUESTRA VIDA, si lo perdemos de vista ¿Habrá valido la pena transitar por «x» número de años solo por vivir un momento?… no. La vida es un proceso, no un resultado.

VIVE. Porque quien realmente vive, sintiendo cada día como único, siente el propósito de su vida, un sentido, el vivir hoy es la meta, y como vivo cada momento aprendiendo de los obstáculos.  Se proyecta la vida a partir del presente, sin cargar el pasado y sin vivir pensando que: «El mañana será mejor». Cuando vivimos, cada paso que damos es un paso más en el camino que nos llevará a un destino que ya tenemos visto, no divagamos ni dudamos en un camino incierto, sabemos a dónde vamos y el porqué.

AMA. Primero a ti mismo. Disfrutando de cada minuto de la vida. De los pequeños detalles, de la riqueza del universo. Desde lo mas profundo de tu ser. "El estado supremo del amor humano es la unidad de un alma en dos cuerpos”. Sri Aurobindo. Todo lo que has pasado hasta ahora ha sido necesario y toda experiencia ha tenido su razón de ser. Era necesario que vivieras el amor dependiente para poder así romper las ataduras y poder conocer el amor incondicional. Las personas adultas que nos encontramos en este momento, hemos vivido esta parte del amor condicionado y estamos en este proceso de transformación. Estamos sintiendo que debemos dejarlo fluir, reflexionar y transformar nuestras creencias. Ello nos abrirá a una nueva realidad transformando todas nuestras relaciones y liberándonos del sufrimiento. Porque el amor nunca puede ser sufrimiento. El amor se convierte aquí en libertad y fuente de superación para ambas partes.

1 de agosto de 2018

¿HAY VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE EMOCIONAL?

Nuestra vida emocional aparece desde el primer momento de nuestra llegada a la vida extrauterina. Desde el primer minuto en el exterior tenemos la capacidad de percibir sensaciones, pues nuestros sentidos ya comienzan a actuar, y las convierten en emociones a través de nuestro sistema cerebral.Es en concreto en el Cerebro emocional o cerebro límbico. Este juega un papel fundamental en las respuestas fisiológicas ante ciertos estímulos a los cuales nos vemos expuestos. Es decir, es el encargado de generar las acciones emocionales a través de algunas estructuras que forman parte de este sistema.  

Pero, también somos capaces de expresarlas. ¿Cómo? Pues con los actos o palabras y, en los primeros años, de forma instintiva, sin asimilarlas. Porque si asimilamos las emociones en el pensamiento, en nuestro cerebro comenzamos a desarrollar nuestra inteligencia emocional. Aprendemos a reconocerlas cuando se repiten, a razonarlas y regularlas, tanto en nosotros mismos como en los demás seres que se encuentran en nuestro entorno. Puesto que somos seres gregarios, seres sociales que debemos relacionarnos siendo capaces de manejar nuestras emociones y las de los demás para crecer, buscamos en la comunicación con el otro el completarnos como seres humanos y multiplicar nuestra especie. Por eso necesitamos reconocer cada una de las emociones.

Las emociones están muy relacionadas con los sentimientos. Estos nacen de nuestras emociones. Si ponemos un ejemplo lo entenderemos. Cuando alguien o algo nos provoca una emoción, se comienza a desarrollar un sentimiento. Si alguien nos acerca comida cuando tenemos hambre y nos la quita cuando vamos a comerla, nos produce un sentimiento de odio, pero si no lo hace sino que nos sigue alimentando, nos provoca un sentimiento de cariño. Cuando una persona con su físico, su forma de hablar, sus gestos, sus acciones, nos despierta emociones afectivas positivas, de forma constante, comienza a crecer un sentimiento que, con el tiempo crece y que denominamos Amor.






El amor es un sentimiento afectivo que dirige nuestra vida emocional. Lo que nos diferencia de otros seres vivos en los que solo perciben la vida, a través de los instintos.  En una primera parte de nuestra vida, en la infancia y la pubertad, que sería la segunda parte de nuestra infancia, nuestro cuerpo juega un papel importante en nuestra vida, y esta dependencia hace que ella tenga una carga instintiva mayor que emocional. Nuestra consciencia de nuestro cuerpo, de nuestro físico comienza a provocar emociones. Emociones y pensamientos afectivos, hacia uno mismo y hacia su entorno. Muy especialmente hacia sus progenitores.  Es el comienzo del descubrimiento del sentimiento Amor. 

Este sentimiento que se hará más fuerte con la llegada de la adolescencia. Es, aquí,  en la etapa de la adolescencia donde los instintos básicos darán paso a la percepción del enamoramiento. El enamoramiento es la emoción elevada al máximo nivel. Cuando se produce es porque nuestro cerebro genera una cascada de reacciones químicas cuando percibe la coincidencia de patrones emocionales entre dos personas, haciendo que las partes racionales y lógicas del cerebro sean mas pasivas.  Esta cascada química produce una gran secreción de neurotransmisores provocando aumento de energía, euforia y falta de capacidad de concentración. Esta primera etapa de euforia, va calmándose cuando nuestro cerebro percibe que la persona de la que nos hemos enamorado ya esta junto a nosotros cada día y es lo que se llama estado emocional de Amor.

Es entonces cuando nuestra vida emocional ha pasado a un siguiente estado donde ha conocido el sentimiento que mueve las relaciones humanas; El Amor. Un amor que ya no es el maternal. Es el Amor de Pareja. Quizás en esta etapa ya se haya descubierto también su sentimiento antagonista; El Odio. Amor y Odio son los sentimientos principales que van a guiar nuestra vida. El Odio es el sentimiento contrario al Amor. Cuando alguien ama a otra persona o personas, desea estar junto a ellas. Cuando las odia no. A no ser que haya procedido al suicidio emocional, algo de lo que hablaremos a continuación.

Existe otro tipo de situación intermedia entre el grado máximo del amor y el odio y que se identifica como el sentimiento de amistad. Amamos a otras personas lo suficiente como para compartir parte de nuestra vida con ellas, pero no completamente como para convivir con ellas. Porque, en alguna medida existe odio hacia ellas. Es un odio no reconocido, pero odiamos algún aspecto de su persona, de otra manera, conviviríamos con ella. Y aunque hay amistades que comparten gran parte de nuestros sentimientos. No llegan a alcanzar el grado suficiente como para ser pareja. Y ha de ser así, porque hemos marcado unas pautas sociales de comportamiento que distinguen estos grados de vinculación afectiva. Somos seres sociales, regulamos nuestra actividad social y de ello depende nuestra felicidad, clasificando a las otras personas por el grado de amor/odio que las profesamos.

Así, a lo largo de nuestra vida, además de nuestros seres mas cercanos; la familia, nos vamos acercándonos a otras personas, y las vamos manteniendo a nuestro lado o no, dependiendo de nuestro grado de amor u odio hacia ellas. El amor hacia nuestros progenitores, nuestros descendientes, y nuestras parejas es el mas importante en grado, y por ello, les dedicamos mayor tiempo. Las amistades, vecindades, compañeros laborales, etc. es un amor en menor grado. Y aquellas personas que nos han hecho daño quedaran aisladas, total o parcialmente de nuestras vidas. Pero, en cualquier momento cualquier persona, tanto de nuestro entorno mas cercano, como lejano, puede provocarnos un cambio de estado emocional suficiente como para amarlo o despreciarlo, en mayor o menor medida. En esto se basa nuestra vida. Cubrir nuestras necesidades fisiológicas alternándolo con nuestras necesidades emocionales.

Nuestra vida depende de que vayamos alimentando nuestro cuerpo con todo aquello que lo hará crecer y mantenerlo. Pero, también, y, mucho más importante porque si falla puede hacer que descuidemos esta primera actividad humana, alimentar nuestra vida emocional con aquellas emociones que nos harán crecer sentimientos positivos y mantener en buen estado mental. Lo que hará que nuestra consciencia nos siga animando a buscar la felicidad plena.







Tan importante es nuestra vida emocional, que si no somos capaces de manejarla de forma positiva, afectará a nuestra salud mental, y a nuestro instinto de supervivencia, llegando incluso al suicidio emocional. Al abandono voluntario de nuestras emociones, a un abandono de nuestra autoestima, en favor de los sentimientos de la otra persona. Sentimientos que han llegado a dominarnos totalmente. Esta situación de abandono emocional puede conseguir que nos odiemos a nosotros mismos y, en un determinado momento llevarnos al suicidio físico, o, en un acto de rebelión contra nuestra otra parte tirana y dominadora emocional al asesinato. Y ocurre porque se ha llegado a un punto en el cual, se ha perdido la batalla frente a las emociones. La persona no ha tenido la suficiente fuerza emocional para enfrentarse a ellas, racionalizarlas y convertirlas en positivas. 

Nuestros pensamientos son, la mayor parte del tiempo, destructivos. Nuestro cerebro los genera para provocar nuestro crecimiento personal, para estimular la reacción. Estamos percibiendo todo tipo de mensajes diariamente, estos mensajes son tamizados a través de nuestro cerebro. Y son los que provocan emociones, sentimientos y reacciones. Algunos hacen que perdamos nuestra capacidad de razonamiento y de lógica, llevándonos a dejarnos llevar por nuestra área instintiva, básica y primigenia.

El Suicidio Emocional comienza cuando una persona ha llegado a un estado de euforia emocional tal que ha idolatrado a la otra persona de tal manera que cree conveniente dejar de lado sus necesidades emocionales para evitar que la otra parte la abandone.  Puede ocurrir en el ámbito de las relaciones familiares y de amistad, pero es más común, en el de las relaciones de pareja porque son las más intensas, emocionalmente hablando.

En la necesidad biológica de reproducción, el ser humano, como especie, ha desarrollado en el cerebro junto a la percepción de atracción física, la atracción emocional y racional. En la la prehistoria la mujer escogía varones físicamente dotados para la caza, lo que permitiría el sustento alimentario para el desarrollo de su prole. En la época moderna, esta visión mas primaria se ha visto ampliada a la búsqueda de hombres que cumplan los objetivos de estabilidad económica necesaria para la satisfacción de todas las necesidades de confort que la sociedad del siglo XXI establece, pero, en el fondo, sigue siendo la misma.

A pesar de la lucha por la igualdad del feminismo, se sigue perpetuando, de generación en generación, el patrón parental que identifica al hombre como sustentador de la unidad familiar. Un modelo que lleva a la mayoría de las mujeres a poner por encima de las aptitudes emocionales las aptitudes sociales y laborales. Y es esta la base sobre la cual se asentará para ella el sentido de pertenencia familiar que genera la pareja, la primera célula social, dando paso, posteriormente, a la nueva familia, a el clan, a la comunidad, hasta llegar al concepto de sociedad. (el más alto grado de asociación humana).

La vida de pareja se sustentará sobre un sentimiento, pero influenciado por las aptitudes sociales y laborales.  Un sentimiento que nació de una emoción que aprendimos en la adolescencia; el enamoramiento. En la medida en que ambas partes de la pareja sepan reconocer las etapas por las que han pasado y aprendan a desarrollar este sentimiento con la inteligencia emocional, esta relación será duradera y fructífera. Pero si solo se basa en las aptitudes sociales y laborales, el débil sentimiento se acabará y provocará la separación de las partes. Dando pié a una crisis emocional, que yo denomino “Coma Emocional”; un punto donde no llega la muerte emocional, pero nos puede dejar en un primer estado vegetativo, que necesitará de mayores o menores dosis de reanimación terapéutica, dependiendo de la profundidad de su estado,  para volver al paciente a la vida emocional estable.






Este estado de coma emocional, puede ser producido por la decisión de una de las partes de abandonar el estatus de pareja, o por el fallecimiento de una de ellas.  En el segundo caso, el fallecimiento de una pareja, además provoca que este coma pueda ser permanente. Es el caso de personas mayores que han pasado la mayor parte de su vida con la misma pareja, han llegado juntos a la ancianidad y en esta última etapa su pareja desaparece. Es un estado de luto, de duelo emocional permanente y que durará hasta el final de sus días.

A diferencia del Coma,  el suicidio emocional se produce en las primeras etapas de la vida, (adolescencia y edad adulta), etapas en las que comienzan nuestras relaciones de pareja, ya sean primeras o posteriores. Buscamos a aquellas personas, como dijimos antes, que provocan en nosotros; primero atracción física, y en segundo lugar; atracción emocional. Compatibilidad genética y emocional son los ingredientes necesarios para que una pareja sienta atracción y se plantee una vida de pareja. Los condicionamientos sociales y culturales entran en juego también, y forman parte del proceso de selección. Tendemos a buscar parejas que se asemejen mucho a los miembros de nuestro entorno más cercano, nuestra familia. Y, especialmente, a nuestros progenitores. Pues estos han sido nuestro modelo más cercano.  Inconscientemente existen en nuestro cerebro unos parámetros  genéticos, sociales y culturales, que nos incitan a seleccionar nuestra pareja para continuar con nuestra especie.

El Amor, es un sentimiento generoso, pero no nos puede llegar a convertirnos en idiotas. Porque la vida en pareja no es el instrumento para dominar o subyugar a la otra persona, sino el medio para conseguir que cada persona desarrolle al máximo toda su capacidad de amar. Que es lo que le hace al ser humano conseguir una vida plena. Es el sentimiento de sentirse amado, y de sentir que posee capacidad de amar, lo que hace que el ser humano se reconozca feliz. La felicidad no es el sentimiento, es el estado de ánimo que aparece cuando estamos disfrutando del sentimiento llamado Amor.  

No existe otro objetivo, por parte del ser humano, que llegar al fin de sus días habiendo alcanzado los más altos niveles en la capacidad de amar. Porque es a través de nuestra capacidad de amar a las personas y a aquellas pequeñas cosas, a través de cómo llegamos a las metas deseadas.  Pero no las metas materiales, sino las espirituales. Pues como decía el filósofo Sócrates; “El secreto de la felicidad no se encuentra en la búsqueda de más, sino en del desarrollo de la capacidad de disfrutar de menos” Y,  como dice en las sagradas escrituras; “Se nos juzgará, al final de los tiempos, por nuestra capacidad para haber amado”. 






El mundo sería mucho más agradable para la vida si todos pusiéramos en práctica permanentemente nuestra capacidad de amar se antepusiera a nuestra capacidad para tener. Vivimos en una etapa de la historia donde nuestros instintos nos dominan. Donde le damos más importancia a nuestra capacidad para cubrir nuestras necesidades físicas, que nuestras necesidades espirituales. Antiguamente los seres humanos se suicidaban mas por desamor. El amor era parte más importante en sus vidas que los bienes materiales. En la época actual, hoy la gente se suicida por tener las cuentas bancarias vacías y mata por problemas materiales mas que espirituales. Vivimos en una sociedad enferma emocionalmente hablando. Que antepone el valor de lo material a lo espiritual. No hay más que ver como con la crisis muchas parejas se han roto; “Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana.” 

Vamos buscando desesperadamente la Sociedad o el Estado del Bien Estar. Cuando tendríamos que estar buscando la Sociedad del Bien Amar. En las escuelas en vez de enseñarnos a ser hombres y mujeres con un futuro prometedor en los negocios, deberían enseñarnos a ser hombres y mujeres con la inteligencia emocional suficiente como para evitar la desaparición de nuestra especie con un suicidio emocional colectivo.  Me viene a la memoria la película en la que Bruce Willis es protagonista. “Los Sustitutos” donde se ve a una sociedad en el futuro donde los humanos manejas a sus robots avatar desde casa,  y son estos los que viven su vida. Todos los humanos han abandonado su vida real dejándola en manos de los robots. Este será nuestro futuro cuando se produzca el suicidio emocional colectivo. Y parece que hacia el vamos.

Después de la Muerte Emocional hay vida si, pero solo si somos capaces de entender que en nuestras siguientes oportunidades para relacionarnos con otros seres humanos, pongamos mayor inteligencia emocional para convertirnos en seres que han aprendido a gestionar sus emociones, de forma positiva, para generar felicidad. Una felicidad basada en el Bien Amar. Aunque siga habiendo seres humanos que sean felices ganando más dinero, recibiendo honores y aplausos, batiendo records, etc., todo ello si está motivado por el amor hacia otros y no hacía su propio ego será motivo de felicidad seguro, debemos conseguir que haya mas seres humanos preocupados por ganar mas familia, recibir a mas amigos, batir el record de abrazos entre vecinos, etc. etc.

6 de julio de 2013

SINGUELEANDO, CLAVES PARA SUPERAR TU DIVORCIO

A TOD@S LOS QUE DESDE EL PRINCIPIO HABEIS SEGUIDO Y APOYADO ESTE BLOG, GRACIAS, MILES DE GRACIAS. PORQUE HABEIS CONSEGUIDO CON VUESTRO APOYO, QUE SINGUELEANDO, EL BLOG, SE HAYA CONVERTIDO EN LIBRO.








EN UN PRIMER MOMENTO VA A ESTAR EN FORMATO DIGITAL YA Disponible en  http://www.bubok.es/libros/225944/Singueleando


PERO SI SEGUIS APOYANDO, SE CONVERTIRA EN LIBRO EN FORMATO IMPRESO. OS PROMETO UNA SEGUNDA PARTE. EL PRIMER CAPITULO ESTA JUSTO A CONTINUACION; TURISMO EMOCIONAL.....

1 de mayo de 2013

TURISMO EMOCIONAL


Tú no sabes quedarte. Llegas desordenas mi vida y te vas: Lo tuyo no es amor, es turismo emocional.

Edel Juárez, escritor mexicano.

Me llamó mucho la atención esta frase cuando la vi en el muro de una amiga de Facebook. Y pensé que estas dos últimas palabras; “Turismo Emocional”, describen muy bien lo que está ocurriendo con las relaciones de pareja últimamente. Así que, aprovechando estos días de puente de mayo, en los que miles de ciudadanos salen de vacaciones, la mayoría de ellos  a hacer turismo. Quiero dedicar este nuevo post al Turismo Emocional.





Describamos turismo: “Arthur Bormann (Berlín, 1930) define el turismo como el conjunto de los viajes cuyo objeto es el placer o por motivos comerciales o profesionales y otros análogos, y durante los cuales la ausencia de la residencia habitual es temporal, no son turismo los viajes realizados para trasladarse al lugar de trabajo”.


Actividad por placer, temporal, en la que dejamos la residencia habitual. Si esto lo sumamos a emocional, podríamos determinar, que, en el caso de una pareja casada, el turismo emocional serían los escarceos temporales por placer que un hombre o una mujer realizan. Vamos, las infidelidades. Por tanto, el turismo emocional, dentro del matrimonio, está orientado a descubrir nuevas parejas que aporten novedad frente a la pareja habitual. Si comparamos a una pareja con una ciudad. Podemos definir que estamos viviendo en una ciudad habitualmente. Pero que sentimos la necesidad de hacer turismo y viajar temporalmente por placer a conocer otras ciudades. No voy a entrar en si es lícito o no el turismo emocional dentro del matrimonio o relación de pareja. Tan solo estoy describiendo, lo que, desde mi opinión, podría definirse como turismo emocional.


¿Y para alguien que no tenga pareja? Para un soltero o single, el turismo emocional es mas lógico porque su residencia habitual es la soledad. Y frente a una residencia así, yo digo que es casi obligatorio el turismo emocional. Ahora bien. Si, tal y como plantea el turismo emocional el escritor mexicano Edel Juárez; como una antítesis de lo que es el Amor. Lo vincula al Desamor, o a alguien que busca la relación de pareja estable y se encuentra que no ha sido correspondido/a. Achacándole a la otra persona que ha llegado, ha desordenado su vida y se ha marchado, sin haber amado.





Por lo que deduzco de estas palabras, define al turismo emocional como alguien que no sabe construir una relación, lo suficientemente estable como para que la otra persona se sienta amada. Esto me lleva a pensar que si una persona desea conocer a otra para saber si con ella puede construir una relación, donde nazca y crezca el amor. Y se da cuenta de que no es así. Si decide finalizar la relación, ya es un turista emocional. Creo que si algo tiene de positivo el turismo es que podemos descubrir nuevas ciudades, nuevas culturas, nuevas percepciones, nuevas ideas, nuevos sentimientos, en los espacios geográficos y en las personas que los habitan.


El turismo es enriquecedor. Incluso si lo vinculamos a las emociones. De hecho ya existen profesionales del sector del turismo que abogan, porque los destinos turísticos tengan un alto componente emocional. De hecho, en marketing hay un término muy importante y que valora la capacidad de un producto o servicio de llegar al consumidor y es la “experiencia memorable”. Que promulga que un consumidor para que repita en su consumo debe tener esta experiencia.


Así pues, el turismo emocional, yo lo concibo como la inquietud de una persona soltera por salir de su residencia habitual de soledad, en busca de otra que le aporte el placer, el enriquecimiento, la experiencia memorable que le haga repetir y llegar a conseguir que ese destino deje de ser turístico y se convierta en habitual. Y pueda, algún día, también si se da la ocasión y la voluntad de que, ambos deseen seguir haciendo turismo emocional, juntos, por separado, en grupo, etc. Las relaciones de pareja son tan sumamente subjetivas y complejas, que solo a cada pareja le corresponde la tarea de definir el tipo de relación que desean construir y mantener.





Entonces, podemos decir que si lo planteamos desde un punto de vista positivo, el turismo emocional tiene hasta beneficios. La experiencia puede hacernos crecer en los planos personal, social, solidario o cultural. Pero veamos con concreción estos beneficios del turismo emocional.


1) Descanso y alivio del estrés que nos supone la experiencia de vivir demasiado tiempo en soledad. Hay que tener en cuenta que todos los seres humanos, somos seres sociales. Y necesitamos estar en contacto permanente con otros. Y en el aspecto emocional, necesitamos compartir nuestra vida con otra persona que reconforte nuestra existencia, aunque sea temporalmente.


2) Aprender del lugar de destino (De la persona). Este beneficio del turismo emocional procede de comparar nuestra situación con la de otras personas y aprender de sus aspectos positivos y negativos. Parece obvio señalar que una persona crece y mejora su personalidad cuando descubre que existen distintas maneras de comportamiento, pensamientos y actitudes ante la vida. Por ello es tan importante que busquemos socializar; hacer turismo emocional con otras personas.


3) Conocer otras personas y abrir la mente a las relaciones de pareja. Conocer gente de otra cultura, de otro nivel socio económico  de distinta personalidad o carácter a los nuestros, hace que nos aporte otra visión de la vida y nos haga ampliar miras en nuestro periplo vital. Es, por tanto, un claro beneficio del turismo emocional a nivel personal. Nuestra visión del mundo está tan interiorizada que muchas veces no nos damos cuenta que nuestras ideas, bien sean económicas, políticas o religiosas están fuertemente marcadas por nuestras circunstancias. Con otras personas aprenderemos muchísimo sobre esto.


En consecuencia, cuánto más turismo emocional, más aprenderemos. Pero con cautela. Sin hacer daño. Apreciando la naturaleza humana de cada pareja. Aportando nuestra bondad y solidaridad para beneficiar la en aquello en que podamos hacerlo. Sin llegar y destruir destinos turísticos tan frágiles y bellos. Vírgenes, emocionalmente naturales y sencillos. Entonces si que nuestro turismo emocional sería destructivo y traería para el nuevo destino consecuencias irreversibles. No debemos olvidar que lugar de nacimiento, origen o procedencia, familia, sexo, etc. influyen en la relación emocional. Y que debemos ser cuidadosos cuando lleguemos a este tipo de destinos, para que no genere impactos negativos en la persona.





Si somos conscientes de ello, y tratamos a la otra persona con respeto conseguiremos el equilibrio emocional necesario para que si debemos dejar el destino, no dejemos al otro esa sensación de la que hablaba al principio el poeta mexicano; ”….Llegas y desordenas mi vida..” que le produce tanta frustración y dolor a la otra persona.


Como decía Machado; “Caminante no hay camino. Se hace camino al andar”. Y haciendo turismo, ya sea de mochila, de autobús, de tren o de avión, debemos seguir adelante en nuestra vida emocional. Hasta encontrar ese destino, que a todos nos hará quedar. La estación, la parada o la terminal del Amor.


Feliz Viaje.



9 de diciembre de 2012

EL AMOR EN TIEMPOS DE CRISIS




No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita.

Esta frase forma parte de una campaña de publicidad que una agencia hizo para una gran compañía de muebles. En el anuncio de televisión se pasan imágenes, en las que se ve a parejas jóvenes, adultas y mayores disfrutando de unas confortables camas y unos cálidos edredones de plumón nórdico. Este último detalle se supone, pero os da una pista de la marca de muebles a la que me refiero.  Complicidad, juegos, sexo y mucho amor son los ingredientes fundamentales de un spot creado para invitar a los españoles a valorar los pequeños placeres de la vida y olvidar el contexto económico que vivimos. Y yo estoy de acuerdo; EL AMOR ES LA RECETA MAS VALIDA PARA ESTA Y TODAS LAS CRISIS.





La crisis ya está instaurada en nuestros hogares, y aunque parezca que sólo afecta a la cesta de la compra y la economía mundial, lo cierto es que también está haciendo mella en nuestra vida sentimental. La falta de dinero nos impide tener vida social, y esto se transforma en mal humor y estrés, algo que, nos guste o no, acaba afectando a nuestra vida emocional.


Según una encuesta realizada por Match.com, el 41% de los hombres y el 35% de las mujeres, están convencidos de este hecho. Y es que, la falta de dinero está cambiando nuestros hábitos en pareja. Ya no podemos permitirnos salir tanto. Esto afecta a las parejas. A los matrimonios porque ya no pueden tener tanta vida social fuera de casa. Y a los solteros, que al no salir cada vez mas acuden a Internet para buscar pareja y conocer gente nueva.


Y cuando conocemos a alguien, a través de internet,  y decidimos dar el paso de quedar con esa persona. Pedirla salir. Hasta nuestras armas de seducción se han visto afectadas. Últimamente tenemos prohibido derrochar, estamos en “Economía de Guerra”. Así que,  por eso, se acabaron los detalles y regalos sin motivo a nuestra posible media naranja. Muchos también han dicho adiós a las románticas cenas en caros restaurantes, ahora, mejor procurar ir a sitios más baratos, y, si es posible, salir sólo a tomar café. Y si el encuentro merece el derroche, mas vale que acabe con un final feliz, o nuestra frustración acabará por hacernos sentir peor.


Para lo que tampoco hay presupuesto es para el cuidado personal; ahora, la ropa tendrá que ser la de la pasada temporada, el maquillaje de marcas más baratas, y el gimnasio pasará a mejor vida, toca salir a correr por el parque. Los viajes no podrán ser tan frecuentes. Pero, teníamos que llegar a esto, porque habíamos hecho del Amor, un objeto mercantil más.Somos tan miserables y egoístas que queremos sacar provecho, incluso en tiempos de crisis, con un sentimiento tan universal y misterioso, como es el AMOR. Ese sentimiento que nos asalta, nos envuelve y nos sorprende, por mucho que queramos evitarlo, es el motor de nuestras vidas.


Si, no es así, que decir de aquello que sentimos cuando llega la Dopamina, esa sustancia que nuestro cuerpo segrega y que nos produce, el estado de atontamiento, el cosquilleo interno, las miradas perdidas, la emoción, la pasión, el deseo y esa sensación de levitar... y tocar el cielo..... No existe más remedio que aceptarlo. Pero, parece ser, que esa hormona, solo actúa durante un corto periodo de tiempo, y después... va perdiendo fuerza... hasta que el cerebro deja de segregarla.  Lo cual quiere decir, que todos esos maravillosos síntomas, desaparecen o disminuyen notablemente, en un periodo aproximado de 2 años, unos cuantos millones de besos y cientos de encuentros sexuales después. Es entonces cuando entra en juego el AMOR. ¿Qué significa esto? Pues que no suele haber amor que no empiece con enamoramiento, pero no hay posibilidad de que un vínculo amoroso esté basado en el enamoramiento, construir un proyecto, comenzar a caminar junto a alguien “solo” por ello, es una grandísima equivocación…


 Según los científicos, nacemos con la capacidad de amar y todo apunta a que es indispensable para vivir. Pero a pesar de la fuerza y el placer que nos proporciona, parece que estamos arrinconando  esa capacidad, evitándolo como si de la peste se tratara Hemos dejado de buscar a los príncipes azules y a las princesas rosas. Esa idea que nos conducía a creer que el amor era la panacea de la felicidad se esfuma. Pensar que estar enamorado, no poder estar ni vivir sin el otro y hacerlo todo juntos, ya no nos convence. Obviamente no vamos a invertir en un proyecto que se tambalea.....Y, sobretodo, cuando pasamos por ver la experiencia de ver a lo que nos conduce el desamor.


En la actualidad existe un fenómeno muy frecuente en el noviazgo, lo que los “expertos” denominan espejismos del amor… Son muchas las personas se acaban casando en el convencimiento de “estar enamoradas”, algo parecido a quien después de caminar por el desierto llega a creer que a unos metros hay un oasis, idealizar es equivalente a ver espejismos. Perdemos el juicio, la razón, por alguien que ni siguiera conocemos bien, lo miramos acercarse y sentimos como nos flaquean las piernas y nos palpita el corazón. Nos empeñamos en ver al príncipe o a la princesa de nuestros sueños encarnado en esa persona y le atribuimos cualidades que por lo común, ésta muy lejos de tener, quisiéramos que fuera como la hemos imaginado y nos empeñamos en ello; pero todo es una invención.


Cuando transcurrido cierto tiempo, nos caemos de la nube y detectamos el error, a veces nos acabamos diciendo que ya conseguiremos hacer cambiar a “esa persona”, para que se asemeje a la de la fotografía que le hicimos cuando nos sentíamos “enamorados”…. ¡Craso error! Nadie debe pretender hacer cambiar a su compañero, al empeñarnos en ello sólo conseguiremos hacerla sentir incómoda, insegura y con temor al rechazo,… y finalmente, no sólo no lograremos hacer que cambie, sino que terminaremos haciéndola desgraciada, a la vez que nos hacemos desgraciados a nosotros mismos, y lo mas duro, que para algunos será de “por vida”.








Pero, ¿No seria más fácil desmitificar el amor? Quizá le damos a la palabra amor demasiado significado. ¿No seria mas fácil ver el amor como un cóctel de amistad, ternura y sexo. Por supuesto, aderezado con lealtad y reciprocidad. Si, ya sabemos que el amor solo es eterno mientras dura, y que un día puede acabarse. Si de cada tres matrimonios, dos acaban rompiéndose, y lo que es más lamentable es que hay quien sigue “vendiéndonos” que el divorcio es un signo de “progreso”, cuando debería ser considerado como síntoma de fracaso social e individual… No cabe duda que el refranero tiene mucha razón en lo de “más vale estar solo que mal acompañado…”, pero, peor es estar acompañadas y sentirse solo…


Vivir con otra persona significa comprometerse en la construcción del camino que lleva del enamoramiento al amor. El amor es la meta, es la cosecha de lo que antes se ha sembrado, abonado, cultivado, tratado con mimo… y se alimenta con las vivencias, para lo cual es imprescindible un profundo conocimiento de la otra persona con la que se pretende compartir el camino. Sólo se ama cuando se conoce a la persona a nivel profundo. Para ello, es necesario cultivar una amistad real. El amor verdadero no es ciego, la idealización si… Como dice Jorge Bucay, “hay que amarse con los ojos abiertos”.


El amor tiene muchas formas y aspectos distintos, dependiendo del momento. Puede ser esplendido o miserable, pero necesario. Y hoy, estamos en un momento, momento de crisis, en el cual, el Amor, es más necesario que nunca. Comenzando por el amor a uno mismo. En estos momentos de baja autoestima para muchos de nosotros. En la medida en que alguien se ame a si mismo, posea amor propio, orgullo por ser quien es, autoestima/autoeficacia podrá amar a su pareja, y la auto aceptación es un concepto que se da en la mente. 

Sólo siendo maduro en al área intelectual es posible aceptar la individualidad e independencia del compañero, evitar los celos, el egoísmo, la posesión. Sólo en el juicio sereno y claro se es capaz de perdonar, ceder, dar otra oportunidad, aceptar errores y estar dispuesto a permitir imperfecciones. Y dentro de estas imperfecciones, no solo las mías, sino las de mi pareja serán siempre eso; imperfecciones con las que, solo desde la madurez, podré convivir y no convertirlas en la excusa para mi infelicidad. Cuando uno ama a otra persona es porque la considera, a él o a ella, como “algo muy valioso”, y porque él o ella contribuyen a su propia felicidad personal y es valioso porque es humano, y lo humano, trae inherente la imperfección.


¿Es lo mismo imperfección que debilidad? Pues no. Imperfección es Igual a Falta de Perfección y Debilidad es igual a falta de Fuerza. ¿Entonces, si un hombre o una mujer son débiles, no merecen ser amados? Pues en nuestra sociedad, los valores han cambiado. Y la fortaleza es considerada un valor que influye en el Amor. Así es, si alguien es considerado débil, no merece ser amado. Y en estos tiempos de crisis, hay muchos hombres y mujeres que no se lo merecen,.. Que triste es que si una persona desea ser amada deberá corregir sus flaquezas, sus debilidades, y podrá hacerse merecedor de ser amado… Nadie ama sin motivo, sin una causa, de forma indiscriminada… uno ama solamente a quien se lo merece,…



Lo curioso es que esas flaquezas que un día vemos en nosotros mismos o en el otro, no han surgido de la noche a la mañana. Los seres humanos, como sujetos enamorados, y como todo lo demás, somos francamente egocéntricos. Quién no se ha sentido más guapo, más ocurrente, más astuto o dulce estando enamorado? No es entonces nuestro propio reflejo el que veneramos en el amor? Y no es esto lo que finalmente se desvanece para mostrar las luces y miserias de la realidad misma? No es el desamor del espejo el que entonces nos perturba?. Si el Amor nos da la fuerza, el Desamor nos da la debilidad. Igual que el enamoramiento nos da motivos para amar a una persona, el des-enamoramiento nos da los motivos para dejar de hacerlo.


Debemos concluir, pues, que: La persona está hecha de emociones, inteligencia y cuerpo. Una pareja debe tener una conexión adecuada en los tres aspectos. La intimidad emocional sólo existe al completar el círculo de intercambio de ideas. La atracción química sólo se da cuando se combinan las vibraciones de ambos. Si alguien cree estar enamorado pero mal correspondido, debe despreocuparse y olvidar. No se trata de amor. Sólo es un capricho, una fantasía que terminará destruyéndolo si se aferra a él. El amor nunca es ciego, la soledad sí lo es. Y, en la mayoría de los casos, la soledad no lleva a fantasear, lo suficiente como para crear relaciones imposibles, y dificultar, así, la llegada del verdadero amor.  Ese Amor que llegará en el día a día de la relación con otra persona, en la rutina cotidiana del existir. El tiempo es la argamasa del amor sólido. Se necesita crear este vínculo todos los días, y muchas veces con esa otra persona con la que queremos crear el vínculo emocional que me haga sentir que nada del otro me es ajeno, nada de él o ella me es indiferente.

Dicen las encuestas que con la crisis, se han ralentizado las separaciones matrimoniales. Quizás sea por cuestiones económicas, pero lo cierto es que, durante los años del bienestar económico habíamos confundido este con el bienestar emocional. Y ahora, la crisis económica, que es, también, una crisis de valores, la afrontamos como una oportunidad de descubrir, hasta que punto nuestro bienestar emocional estaba basado en el bienestar económico. Como decía la frase del principio de este artículo;  “No es mas rico el que mas tiene, sino el que menos necesita”, yo digo no es mas feliz el que mas desea ser amado, sino el que mas ama. Nos pasamos la vida deseando lo que no tenemos y no disfrutamos de lo que hemos conseguido. Y en lo emocional, nos ocurre lo mismo. Trabajamos tanto por conseguir ser amados, pensando en la perfección, que vamos dejando cadáveres en nuestro camino. Nos engañamos a nosotros mismos y, lo peor, a otras personas que pasan por nuestra vida.







Seamos seres humanos honestos, sinceros, transparentes, comunicativos, conscientes, humildes que disfrutan de la vida amando y dejándose amar. Y mucho mas, ahora, donde hay que poner en la balanza el dinero o el amor. Pues siempre el Amor porque el Amor siempre será gasolina para el camino. El difícil camino del Amor en Tiempos de Crisis.

25 de agosto de 2012

EL DOLOR DE LA NECESARIA DESPEDIDA


 
 
 
 


Pienso en ti y vuelvo a sentir el vacío que me provoca la pasión sombría de mi deseo no correspondido.
Vuelvo a ser consciente de como mis ardientes besos, se perdían entre la frialdad perenne de tu cuerpo.
Cuantos lamentos de ayunos de amor sufríamos ante tantos tristes  encuentros de cama programados.
Nuestros besos, gemidos y caricias vagan ya por el espacio tras no haber sido sinceramente correspondidos.
Y, ahora que siento que solo me queda ya vivir soledades en este espacio furtivo, en la nada que tú me dejaste.
Siento que nos ha llegado la despedida, sin rubor alguno.
Salir de la oscuridad, en la que nos sumerge el desamor, y buscar la luz de una nueva amanecer en nuestras vidas.

 
 
Una relación que ya está agotada, por mucho que se quiera mantener por alguna de las partes, o por las dos, no consigue mas que demorar el encuentro con la felicidad que ambas partes añoran y desean. Cuanto nos cuesta, a veces, dar ese paso. ¿Qué lo motiva? ¿Miedo a la soledad? ¿Al desamparo? ¿A perder la calidad de vida?. El deseo de seguir enganchados a un pasado que ya no volverá y que es imposible de recuperar.
Cuando buscamos el amor de otro ser humano para formar una pareja, estamos pensando en tener una vida mejor que la que tenemos al estar solos. Es posible que pensemos que, a veces es mejor estar solo que mal acompañado. Pero como seres sociales que somos, necesitamos no solo de la compañía, sino del afecto, del cariño, y del amor que nos pueden generar otros seres humanos. Pero, lógicamente, nos tiene que compensar y generar momentos y situaciones positivas y agradables. ¿Qué sucede cuando quedamos atrapados en una relación en la que  predominan los malos momentos?
Este tipo de relaciones, en las que dos personas sufren constantemente, se denominan relaciones tóxicas. Estas relaciones de pareja te producen mucha pena y desdicha y muy poca alegría y buenos momentos. Un factor común en este tipo de parejas, además de la infelicidad, es que en la gran mayoría de los casos, es una de las partes la que intenta, constantemente, sostener esta relación por muy imposible que esto resulte, desgastándola, de esta manera, aún más y provocando una mayor insatisfacción
 Las relaciones sanas son aquellas en que las dos personas ganan en afectividad, comprensión, contención... casi podríamos decir que se trataría de una relación en la que en el juego del amor sería ganar-ganar. Es decir; los dos ganan. En cambio, en las relaciones tóxicas, es un juego en el que solamente se produce perder-ganar. O peor aún, en casos más extremos: perder-perder.
 
 
 
Pasamos, en este tipo de relaciones, por momentos en los que nos sentimos tan heridos que deseamos no estar más con la otra persona. Hay demasiado sentimiento de culpa, porque la relación se basa en el sarcasmo, ironías y burlas como mecanismos de manipulación entre ambos, pero que al final desencadena en reacciones violentas y dolorosas. Es un momento en el que sientes que has perdido la capacidad de decidir por ti mismo, que te encuentras cautivo/a ante el carácter de la otra persona. Y tienes la sensación de que estás cediendo tanto tu libertad personal para que la otra parte esté contento o no le genere conflicto que has perdido tu  personalidad.
En la mayoría de las ocasiones en las que participamos de una relación tóxica, no somos conscientes de cómo o porqué se produce. Hay varios motivos;  A veces nuestra baja autoestima, el creernos salvadores/as del otro (pensar que le podemos cambiar y hacerle mejor), el asumir un rol de víctima en el que nos encontramos a gusto, la urgencia de necesidad de cariño, el miedo a la soledad, el aburrimiento o falta de estímulos emocionales, la necesidad de cumplir con un rol social (esposo/a, madre o padre).
 
También, algunas veces tratamos por todos los medios posibles de enmascarar la realidad para seguir manteniendo las apariencias y la estructura social, aunque el costo interno suele ser demasiado alto. Y, por último, el miedo a seguir avanzando en la vida: a veces aceptamos quedarnos en una zona conocida en vez de crecer, desarrollarnos, cambiar y superarnos. Son los motivos que nos llevan a aceptar este tipo de relaciones. De las que, en mayor o menor grado, con el tiempo acabamos siendo conscientes.
 
¿Hay alternativa?. La respuesta es sí. Una relación sana. Donde siempre hay un límite bien claro y es el respeto y el amor a uno mismo, que debe estar por encima de todo lo demás.  Pero, es necesario dar el primer paso. Un primer paso en el que hay que tomar la decisión de cambiar los términos de tu vínculo de pareja tóxico en el momento que estés preparado (o preparada) para hacerlo. En ocasiones será necesario recurrir a un profesional para que nos ayude, generalmente un psicólogo, mediador familiar, abogado, etc. Que, de una forma objetiva te ayude a abandonar el papel que asumiste en este vínculo ya sea de salvador, maltratado, quien-todo-lo-aguanta, perdedor o sumisa
Ante tu decisión, la otra persona automáticamente cambiará su postura al tratarte ya que no encontrará el mismo eco de tu parte (por ejemplo, para que haya una persona en rol de "verdugo" debe existir su contraparte, alguien que asuma el rol de víctima. Tal vez no te resulte fácil controlar tus emociones o sentimientos, aunque sí puedes elegir qué hacer y qué no hacer con ellos. Siempre debes pensar que eres libre para decidir qué clase de relaciones y de personas te rodearán cada día de tu vida. Pero lo más importante es tener siempre presente que somos libres para elegir el tipo de pareja que deseamos tener, y que si esta no nos hace felices podemos dejarlo todo y recomenzar una nueva vida, donde consciente o inconscientemente buscaremos, de nuevo, una vida de pareja.
Si esto ocurriera. Si, de nuevo encontráramos otra persona con quien nos volviera a compensar la vida compartida. Que seamos conscientes de los motivos. Y que estos no nos lleven, de nuevo a una relación tóxica. Sino a disfrutar de una vida en pareja sana y productiva para ambas partes. Una relación donde la pareja consiga un equilibrio emocional y el mantenerse en situaciones de equidad en todos los aspectos que atañen a la pareja: dinero, amor, oportunidades, amigos, etc.
 
 
Para ello, la comunicación, la expresión de sentimientos tiene que ser abierta, honesta y con claridad. Estar de acuerdo en que es posible expresarse sin temores. Para ello, se requiere que ambos participen en el vínculo con la misma capacidad de: solidaridad, preocupación, demostraciones de amor, crecimiento y desarrollo. Esto supoene un trabajo interior individual, incluso anterior a la relación, pero también, trabajo en común, a medida que se hace camino en pareja.