27 de abril de 2011

AMOR O COSTUMBRE

En muchos momentos de nuestra vida hemos tenido la convicción y los sueños de saber que cuando nos llegue el amor éste será por siempre y para siempre.

Vivimos en ese mundo en el que esperamos conocer a ese príncipe azul o a esa princesa de la torre del castillo, al cual o a la cual le entregaremos todo nuestro amor y nos amará de tal manera que tornarán nuestra vida en un hermoso cuento de hadas…




Cuanto daño han hecho los cuentos de hadas a las relaciones de pareja. ¿O debemos seguir alimentando estas fantasías? Esta bien, dejemos que los adolescentes sigan creyendo en ellas. Al fin y al cabo, la vida ya les enseñara la realidad unos pasos mas adelante del camino. Tienen que experimentar ese noviazgo maravilloso, en el que se nos llena de atenciones, nos bajan la luna, el sol y las estrellas y nos perdemos de amor por ese ser, así nos vamos entregando a ese sentimiento tan bello y culminamos en el altar nuestros hermosos sueños, para iniciar una vida en común con nuestra pareja.

Al paso del tiempo llegan los hijos, nos enseñaron que es ley de vida y de supervivencia la formación de una familia. Fomentamos ese hogar entregando todo lo que tenemos de cada uno de nosotros, cada día nos levantamos de la cama pensando en cuántos trabajos nos esperan, ese trabajo que hacemos con cariño, con esa “casi veneración” por conservar ese nido de amor en el cual nuestros hijos viven gozando de nuestra atención y dedicación.

Van pasando los años y esa misma rutina nos va envolviendo hasta darnos cuenta que casi llevamos una vida vacía de motivos para continuar y al despertar una mañana contemplamos el rostro dormido de ese ser del cual nos enamoramos y nos preguntamos si es amor lo que sentimos, si tenemos en nuestro corazón ese mismo amor que nos llenó el corazón al conocerle.

Con los altibajos del vivir, con los problemas propios del hogar, de la pareja, la cual muchas veces nos ha fallado en esos sueños que construimos un día, con la conciencia plena de no estar a gusto en esa vida que creímos diferente van llegando esos momentos en que deseamos huir, escaparnos, evadirnos un momento de esa misma rutina, hartos de estar envueltas en un mundo en el que todos se sienten felices, menos tú.

Y te preguntas: ¿Es costumbre lo que siento? ¿Es amor? ¿Por qué ya no me siento feliz con mi pareja? ¿Por qué sus besos y caricias no me erizan la piel? ¿Estaré cansada de vivir encerrada en estas cuatro paredes que se me antojan más que hogar una jaula de oro, prisionera de la vida misma? …Y no sabes en qué momento pasaste de la felicidad, del inmenso amor a una simple costumbre de compartir tus momentos.

Si has llegado a plantearte estas cuestiones es cuando es tiempo de retomar tu vida misma, de mirarte a ti mismo/a y renovarte, de buscar la manera de decirle a él/ella que te está perdiendo, que te mire un poco más, que sea el mismo/a de antes y no se envuelva tanto en sus cosas, en su vida y te dedique un poco más de tiempo, que salgáis a bailar, a cenar, que pasen momentos a solas para que ese amor que se va disolviendo regrese y renazca de tal manera que de nuevo te sientas la princesa  o el príncipe del cuento de hadas aquél que al principio querías fuera una realidad.

La vida en pareja necesita del alimento que nos dan los pequeños detalles íntimos, de la entrega total, tratar de no caer en la rutina de la vida porque ésa es la que hace que el amor sentido se convierta en una simple costumbre. La Vida y la vida de pareja en concreto, esta llena de momentos dulces pero también de momentos amargos. Y en el momento de decidir compartir una vida juntos, cada uno se compromete a hacerle frente a la Vida como venga, junto a esa persona que ama, con la mayor generosidad y entrega posibles. Pero siempre basado en unos sentimientos.

Está en cada pareja cultivar ese amor, para que los problemas, la rutina, el silencio ( que tambien suele ser asesino del amor), no logren apagar la llama y hagan desaparecer esos sentimientos. Dejando paso a la costumbre, al cariño de compañero, pero no a la pasión que surge de la admiración mutua.

Cuando pienso en una pareja que sigue unida sólo por costumbre veo a dos personas que saben que el amor murio pero no se molestan, o se acostumbraron a molestarse. Que se necesitan funcionalmente, o sea, el trabaja y ella se ocupa de la casa, o comparten responsabilidades pero ninguno podría hacerse cargo solo de la casa y familia, y por ende luchan por sostener la situación sólo por que consideran que no pueden seguir sólos. Y esta situación suele etiquetarse de esta manera:"por los niños"

No creo que un distanciamiento sirva para determinarlo, cuando uno se acostumbra a la familia , al distanciarse se extrañan. El amor se cultiva con cariño, si ya no soy capaz de darlo es porque algo pasa. Creo que esta situación se define al encontrarse la pareja sola, sin niños haciendo lío alrededor, cuando no hay testigos. Entonces si estando con mi pareja sigo estando sólo, entonces yo diría que el Amor murió.

Cuando estaba en la universidad me tocó leer el libro de Erich Fromm, “El arte de amar”. Es un libro al que he recurrido varias veces durante mi matrimonio, y al que ahora también recurro. Fromm es más explicito en cuanto a las diferencias entre amor y enamoramiento. "Nos enamoramos cuando conocemos a alguien por quien nos sentimos atraídos y dejamos caer frente a él o ella las barreras que nos separan de los demás. Cuando compartimos con esa persona nuestros sentimientos y pensamientos más íntimos, tenemos la sensación de que, por fin, hicimos una conexión con alguien", sostiene.

Y agrega: "Este sentimiento nos produce gran placer, hasta la química de nuestro cuerpo cambia, dentro de él se producen unas sustancias llamadas endorfinas. Nos sentimos felices y andamos todo el día de buen humor y atontados. Cuando estamos enamorados nos parece que nuestra pareja es perfecta y la persona más maravillosa del mundo. Esa es la diferencia entre enamoramiento y el amor. Empezamos a amar cuando dejamos de estar enamorados".

Creo que es claro que todos somos conscientes que el enamoramiento es un estado transitorio y subjetivo, donde nuestro organismo nos suela la mala pasada de producir hormonas que anulan parcialmente la razón. Pero la sensación es tan placentera y necesaria para el inicio de una relación de pareja que nadie debe evitarla, ni creo que pueda. Pero si que ahora que somos mas que adolescentes, somos conscientes de que deseamos experimentar en nuestra vida, esa admiración mutua que nos haga llevarnos constantemente al estado pasional.

Si eso no existe en nuestras vidas, es porque nuestra pareja ya no es tan perfecta, ni es la mas maravillosa del mundo. Nos ha defraudado tanto, que no podemos verla con la necesaria admiración como para poder amarla. No es raro, ni motivo de escarnio publico. Simplemente, es que la hemos dejado de amar. Y por ello, nos planteamos dejarla. Sobretodo si encontramos a alguien que si nos hace volver a sentir aquello que tanto anhelamos.






Tomar la decisión de romper una relación de pareja es muy difícil, pero de acuerdo a las circunstancias no tenemos otra alternativa. Podría darse porque la relación se está volviendo una rutina de la que no salimos y llega un momento en que estás con esta persona por costumbre y no por amor, también puede ser porque las discusiones son continuas y estás en un círculo del que no puedes salir, o porque simplemente se acabo el amor.


De ser éste el caso, lo mejor es romper y que cada uno siga su camino, pero terminar con la relación no es fácil.Muchos de nosotros tenemos problemas con esto. Ya sea porque no somos capaces de decirlo, debido a las consecuencias de la ruptura y el daño que vamos a causar, o bien porque no somos capaces de dar el primer paso.

   Dependiendo de las circunstancias, hay ciertas reglas que debemos seguir, por ejemplo:

   No evitar el tema, no nos llevará nada, lo mejor es afrontarlo y hablarlo.

   Mantener la calma, no caer en la acalorada discusión, tener presente que es una conversación tranquila en la que ambos debemos mencionar nuestro punto de vista.

   Hablar de ello abiertamente, siendo capaz de expresar los motivos por los que la relación no funciona, que no os de miedo exponer lo que pensáis, probablemente la otra persona piense lo mismo.

   Siempre es mejor hacerlo en persona, jamás lo hagas por teléfono o por otro medio que no sea cara a cara.

   Después de la ruptura, démonos tiempo, lo de ser amigos al momento de romper, no suele funcionar, lo mejor es darse un tiempo sin verse, sin hablar, dejando que se enfríen los sentimientos de desengaño, frustración, amargura. Y cuando esteis mas calmados os encontrareis.




Y mientras tanto.... a Singuelear. Mucho animo y Buena suerte





3 comentarios:

  1. Utopía, mi querido amigo.

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  2. Creo que las utopías son los muros que nosotros mismos nos ponemos. Te das cuenta cuanto golpeas con toda la fuerza que posees que eres capaz de romperlos. Solo necesitamos la motivación necesaria.

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  3. Hola JM... Aquí me tienes tras haber leído muy detenidamente tu articulo "Amor o Costumbre".. Línea a línea describes perfectamente dicha diferencia.. Es increíble... Y me quedo con.. "estamos juntos por los niños".. Uff cuantas veces he oído esta frase.
    También me ha hecho gracia lo del enamoramiento de los adolescentes... Jajaja.. Es verdad... El paso del tiempo, la madurez y sobre todo las experiencias, son las que te hacen diferenciar entre Amor o Costumbre para poder reaccionar a tiempo... Sin duda...
    Pienso que para conocer el éxito de las parejas, solo hay que preguntar con que edad se conocieron aunque es cierto que también los tiempos han cambiado.. La mujer se ha incorporado al mundo laboral y " la hemos fastidiado"...
    También en una pareja cuando aparecen los hijos, hay una focalizacion total hacia los niños dejando quizás de lado a la pareja.. Sobre todo por parte de la mujer... Cada día se repiten las mismas secuencias.. Niños, trabajo, casa.. Casa, trabajo, niños... Si uno analiza lo que hace cada día cuando vive en pareja, es la misma secuencia diaria.. (ver película el día de la marmota)
    Llega el fin de semana y mas niños... Pero los niños tarde o temprano vuelan y te quedas con tu pareja.
    Tengo un amigo que un día me comento: " llevo 20 años con mi pareja y me estoy dando cuenta que ya no la amo... Y otros 20 años con mi pareja?" Me pareció que en ese momento, el se estaba replanteando la vida y de una manera muy honesta porque estaba analizando su futuro y felicidad.
    Si! Que difícil es tomar decisiones pero honestamente cuando uno llega a este punto, la decisión de dejar la relación, es la mas acertada.
    Es duro romper con tantos años de "costumbre" pero con el tiempo, uno se da cuenta que es la mejor decisión.
    Pienso que ya con 40 años uno ya sabe perfectamente lo que no quiere y también ha aprendido de los errores.. Y sobre todo ya tiene claro lo importante que es la dedicación a su pareja y proyecto común para ser feliz.

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