6 de enero de 2011

ORO, INCIENSO Y MIRRA PARA NUESTRA VIDA SINGLE

Anoche, noche de reyes, y tras haber asistido a la tradicional cabalgata en Boadilla del Monte.( Que por cierto, cada año es mas corta porque ya las constructoras locales no están como para seguir subvencionando carrozas.)me dirigí a mi casa para acicalarme y prepararme para otra noche de reyes single.




El año pasado, fue la primera vez que salí en la noche de reyes. Eximido de la fantástica tarea de ejercer de rey mago para mis hijas. Situación mágica, porque, te sientes como el paje, como el ayudante de los magos. Enviado a hacer realidad la ilusión infantil de tus retoños. Placer difícil de igualar para un padre. Pues como decía, el año pasado me apunté a una quedada de los singles en la noche de reyes.

Asistí a un concierto de jazz en la sala Clamores, una de las salas con mas tradición musical de Madrid y cuna de la movida madrileña. Era sorprendente ver esa sala, la noche de reyes completamente hasta la bandera, de singles de todo Madrid, disfrutando de la música de varias bandas de jazz. Yo había estado en alguna ocasión, cuando era adolescente en esa sala, y, de nuevo, me veía allí con unos cuantos cumpleaños mas, en ese ambiente taciturno y profundo provocado por la música de jazz.

No negaré que me encantaba la música y que disfrutaba del espectáculo, tanto de las bandas, como el de la observación de todas esas personas, del mismo perfil, en tan significativa noche. Pero este año, decidí que una vez conocida la experiencia, no me apetecía repetirla. Este año me apetecía algo mas en petit comité y con un poquito mas de marcha. Que produjera el ejercicio necesario como para empezar a quemar las calorías añadidas por el exceso de turrón, los polvorones y el cordero navideños.

Así que, anoche compartí noche de reyes con el grupo de singles de la zona, con quién tan a gusto me siento y que tan buenos momentos me ha ofrecido este año de pertenencia. Se organizó la quedada en el C.C. Sexta Avenida. Allí quedamos un pequeño y selecto grupo para cenar (7 mujeres y yo; ¿Donde estaban los hombres? pues colocándose sus mejores galas para la segunda parte, supongo), y tras la cena, fuimos a tomar unas copas y a bailar en un local que está en el mismo centro comercial.

Baile, baile y mas baile. Como me encanta bailar. Es un momento de expresión, diversión; algo que todos necesitamos. Como alguién dijo; "es la expresión vertical de una necesidad horizontal; la de comunicarnos y relacionarnos con otras personas". En el baile uno expresa como se siente. Y que decir de cuando bailamos en pareja. Este acercamiento, tan sensual, acaba convirtiéndose en un ritual de conquista y seducción.

Y allí estábamos anoche, bailando, dándolo todo en la pista, quemando calorías, intercambiando felicitaciones, poniéndonos al día desde la última vez que nos habíamos encontrado. En definitiva, disfrutando una vez mas, de nuestro encuentro de singles. Los que en otras noches pasadas habíamos sido ayudantes de los magos de orientes, mensajeros de ilusión, anoche nos encontrábamos liberados de tan sublime tarea.

Era curiosa la sensación que tenía, mientras estábamos cenando en el restaurante, y luego cuando salimos de este, para dirigirnos al bar de copas, y veía tantos niños jugando a nuestro alrededor. Niños que, por cierto, se suponía que ya deberían estar durmiendo. Porque estaban cercanas las doce de la noche. No se si es que ellos celebraban la llegada de regalos de Papa Noel, o es que sus padres los querían agotar para que no madrugaran el dia de reyes. Pero, esa sensación de seguir descolocado frente a las situaciones familiares, es la que me hace descubrir que soy un single. Y que es ni nuevo status, del que debo disfrutar y sacar lo positivo mientras lo mantenga.

Con esta actitud; positiva, de descubrimiento y aprendizaje es como afrontamos nuestra vida diaria de single. Añorando la vida de familia biparental que ahora no tenemos, por supuesto. Pero reconociendo que, cada vez somos mas los que disfrutamos de este nuevo status. Por lo tanto, no solo no estamos solos, sino que cada día somos mas y mejores. Puesto que, la experiencia que unos vamos afrontando nos da el conocimiento y la sabiduría para poder ayudar a otros compañeros a iniciar el camino.

El año que ha comenzado, como comentaba en el anterior artículo, será un feliz año single si conseguimos que nuevos compañeros se sientan apoyados, acogidos e integrados en nuestros grupos. Es curiosos como con una información, un pequeño gesto, ayudamos a otras personas a ponerle ilusión a su nuevo status. Esta semana me pasó un caso muy curioso, que viene muy al hilo de lo que os trato de transmitir.

Como sabeís, yo trabajo en una inmobiliaria. Pues bién, el martes concertarón conmigo una visita para ir a ver una casa en Las Matas. El cliente, un hombre de 56 años, realizó la visita a la vivienda. Y, como es habitual, tras la visita, le pregunté por sus impresiones. Me dijo; "no esta mal, pero no me gusta la zona. Es demasiado tranquila. Me acabo de divorciar y necesito estar en un sitio con mas movimiento. Porque sino me voy a deprimir mas". Os podeis imaginar, que, a partir de ese momento comencé a empatizar con el, puesto que yo había pasado por la misma experiencia. Entonces comenzamos una conversación que se desvió del asunto de la vivienda. Compartí con el, toda mi experiencia personal de este último año y, por supuesto, lo relacionado con el grupo de singles. Creo que esos diez minutos de conversación le ayudaron mas que la visita a la casa.

Uno se siente, en cierto modo, rey mago, cuando ve que puede ofrecerle tan magnífico regalo a otro ser humano; una palabra amiga, un gesto amable o una información útil; oro, incienso y mirra para el alma.

Cuando uno piensa en los reyes magos, piensa en regalos. Los que van mas allá del punto de vista consumista piensan en el oro, el incienso y la mirra. La salud, el dinero y el amor, que decía la canción. Todos necesitamos el oro (dinero y/o trabajo), La mirra que nos ayuda a tener la resistencia física del cuerpo protegiéndolo contra las infecciones (la salud) o el incienso, que eleva el espíritu y nos hace sentir la necesidad de encontrar el amor deseado (amor). Pero yo le pido a los magos que nunca nos falte, para nuestra vida de singles, alguien que tenga esa palabra amiga, ese gesto amable y esa información útil que nos ayude a superar el desconsuelo, la soledad y el aislamiento que provoca el nuevo estatus.



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