8 de diciembre de 2010

¿PETER PAN Y WENDY VIVIERON FELICES Y COMIERON PERDICES?





Este puente mixto de la Constitución y de la Inmaculada, aproveché para ir con mis princesas a Eurodisney. Y mira tu por donde, que tal y como coloqué en el muro de Facebook, me encontré con Peter Pan, acompañado de Wendy, allá en París. Aquella escena que yo recordaba de la película de Peter Pan en la que este la llevaba al país de nunca jamás vino, de nuevo a mi mente.Aderezada con la canción de Peter Pan de El canto del Loco, cuyo link os adjunto, me hizo traer hasta vosotros esta reflexión de hoy.


Todos sabemos que hay hombres que no quieren dejar de ser niños; que buscan mujeres que les ofrezcan la maternidad eterna, y mujeres que quieren ser las mamás de sus parejas, que necesitan un hombre-niño para ejercer tan deseado papel de madre. Para ambos casos, según la psicología moderna existe un diagnóstico: Complejo de Wendy para las mujeres-madres de sus parejas y Síndrome de Peter Pan para los hombres-niños.




Miré en Wikipedia, cuales eran las definiciones para este tipo de hombres y mueres y apareció lo siguiente;


"En ningún caso se encuentran definidos en el Manual de Diagnóstico y Estadísticas de Trastornos Mentales, sin embargo, es una realidad de existen hombres de 50 años que llevan cuatro décadas pensando y actuando de la misma forma y mujeres que se sienten protectoras. El síndrome de Peter Pan caracteriza por la inmadurez en ciertos aspectos psicológicos, sociales, y por el acompañamiento de problemas sexuales.




Las características de un hombre ‘Peter-Pan’ incluyen algunos rasgos de irresponsabilidad, rebeldía, cólera, narcisismo, dependencia, negación del envejecimiento, manipulación, entre las más sobresalientes.Los hombres que viven con el Síndrome de Peter Pan ‘sienten que son niños, viven como niños, y esperan que quienes los rodean los entiendan desde esa perspectiva’.


Temen a la soledad, al abandono, al fracaso. No aceptan normas, no se esfuerzan por forjar una relación de pareja madura y estable..........

Mujer-madre-mujer
Se preocupan en exceso por el bienestar del otro puede convertirse en un trastorno de la personalidad caracterizado por temor al rechazo e inseguridad continua. En 1983, el psicólogo Dan Kiley denominó a este padecimiento ‘Complejo de Wendy’.
Las conductas más significativas que acompañan a una persona que padece este complejo son:
1) Sentirse imprescindible
2) Evitar a toda costa que alguien se enfade
3) Intentar, todo el tiempo, hacer feliz a la pareja
4) Insistir en hacer cosas por otra persona
5) Pedir perdón por todo aquello que no ha hecho
6) Necesidad imperiosa de cuidar al prójimo

Una mujer Wendy vive en un permanente estado de inseguridad porque  teme a lo imprevisto lo que la lleva a controlar cualquier situación, sin importar que tan insignificante sea.


Pero, esto no la hace feliz debido a que se queja de sentir el peso de la soledad aún cuando está rodeada de gente: cree que es la única persona que se encarga de ‘lo que hay que hacer’.
Las mujeres que experimentan este complejo buscan ser aceptadas por la sociedad y creen que agradando a los demás conquistaran respeto, de modo que cuando el temor al rechazo estimula su inseguridad, ellas recobran el control sobre sus vidas (obviamente complaciendo a otros) y recuperan su estabilidad."



Por mucho que nos empeñemos no podemos escapar al paso del tiempo, ni siquiera en estos tiempos modernos donde las clínicas de estética se forran a costa de intentarlo. Físicamente es imposible, nuestro cuerpo desde que se crea está esta predestinado a caducar. Otra cosa es que, a nivel psicológico, y debido a deficiencias afectivas, de socialización o de aprendizaje, queramos detener el tiempo porque nos convenga. No queramos, consciente o inconscientemente "madurar".

La mayoría de las parejas que han dejado de funcionar, lo han hecho, precisamente, por un desajuste en el crecimiento psicológico, entre esas dos personas que sentimentalmente, un día decidieron unirse, porque veían el uno en el otro a ese Peter Pan y a esa Wendy, deseosos de compartir sus vidas en el País de Nunca Jamás. Luchando contra las amenazas de ruptura, provocadas por el ejército de piratas del Capitan Garfio.

Pero Wendy un día se encuentra con que en el país de Nunca Jamás, las cosas no son como ella pensaba. Ha de levantarse por la mañana, pisar el acelerador y salir de casa para realizarse en el trabajo, cargar con los asuntos de la familia, sacar tiempo para el sexo y no perder la ilusión por el amor. Mientras  ve como a “Peter Pan” le sale barriga cervecera, llega del trabajo con pocas ganas de ayudar en las tareas del hogar, le pide sexo continuamente y no quiere saber nada de comprometerse.

Pero, hay solución; cuando el hombre Peter Pan es capaz de darse cuenta que lo es. porque el hombre Peter Pan no ha escogido serlo, ya que lejos de ser un rasgo de la personalidad, es un defecto que se forma en la infancia, lo que lo hace “fácilmente” corregible. Esa desubicación de los hombres, que han perdido en los últimos sesenta años su antiguo rol dominante lleva a que las mujeres se nieguen a ser Wendys y a los hombres a esconderse porque no saben cómo comportarse en una sociedad en la que cada vez son menos importantes.

Si partimos de la base de que lo que ha provocado este síndrome, ha sido una carencia afectiva en su infancia, donde a estos hombres se les ha hecho sentir que ellos no son “queribles”, intentarán escapar del compromiso temiendo que, al final, su pareja también les haga daño. La autoestima del niño Peter Pan está dañada desde su infancia, así que al crecer este niño intenta buscar su seguridad a través de su físico, su autoimagen, la inteligencia, el trato con los demás o la cultura.


Hago un inciso para deciros, que sobre este apasionante mundo de la relación entre las carencias afectivas en la infancia y las consecuencias de estás en las relaciones afectivas adultas, existe un libro, que leí este verano y que me encantó. Es "La construcción del amor" de Isabel Menéndez, brillante psicológa y que enfoca las relaciones sentimentales, desde un punto de vista muy sensato e ilustrativo.

Pero volviendo al perfil de hombres ‘Peter Pan’, todos hemos oído hablar de estos terminos psicológicos;


El ‘príncipe destronado’: no es más que ese hermano mayor que pierde la corona cuando un nuevo bebé llega al hogar. Si ha sido el rey de la casa entre dos y cinco años, entra en crisis por desplazamiento.

El ‘príncipe vagabundo’: hijo de padres divorciados que por tener tantos hogares distintos y ser querido por tantas personas diferentes pierde el sentido de nido, del lugar al que pertenece.

Los ‘patitos feos’: no son tan guapos como sus hermanos o tan listos como sus primos, o son simplemente “inferiores” a un modelo que se les impone, que puede ser el de su tío o el de su propio padre.


El ‘niño invisible’: fruto de parejas que se dedican más tiempo a sí mismas que a sus hijos, por lo que estos acaban “quedándose callados para no molestar”.

Todos estos términos hacen relación a carencias afectivas en la infancia que pueden afectar, seriamente, la evolución hacia la madurez de un hombre. Aunque cronológicamente, los años nos hagan parecer maduros. La personalidad se va forjando con carencias, de las cuales hay que ser consciente y tratarlas de corregir. Mientras esto ocurre hay y habrá una  mujer insatisfecha enfrente.

Para distinguir bien, con que tipo de hombre teneis a vuestro lado, os doy las características de los tres tipos de hombres Peter Pan;


Peter Pan el seductor’: se siente guapo y tiene un buen autoconcepto. Este Peter Pan saltará de relación en relación sin llegar a comprometerse nunca, algo que funcionará en su juventud pero que tendrá que plantearse a medida que se acerca a una crisis vital, como la de los 40 años. El seductor ‘lo tiene todo” para poder madurar’, le falta encontrarse.

’Peter Pan servicial’: tiene una mala autoimagen y un mal autoconcepto y trata de suplir con una entrega total a su pareja sus inseguridades. El servicial puede madurar porque posee “un amplio margen de mejora”.

’Peter Pan Narcisista e intelectual’: aquellos que se consideran únicamente buenos en un aspecto y tratan de potenciarlos al máximo olvidando sus defectos. “El narcisista vivirá de ser guapo, temiendo la vejez; el intelectual puede llegar incluso a la conclusión de que es el mundo el que no lo entiende a él, y aislarse”.


¿Reconoceis en alguno de estos tipos a los hombres que teneis alrededor? Seguro que si, sobretodo en este gran grupo de singles al que pertenecemos, ¿Verdad?. Pero no nos avergonzamos de ello. Lo importante es que, nosotros, como hombres, seamos capaces de darnos cuenta de ello y cambiar. Podemos. Solos o con ayuda femenina. Sólo hay una respuesta para el Peter Pan que quiere crecer, madurar, aceptar la imperfección del mundo y decidirse a escuchar la voz interior que le dice qué es lo que debe hacer y no sólo lo que le apetece hacer.

¿Ayuda femenina?. Si, ¿Por que no? Existen muchas mujeres que están rodeadas por hombres inmaduros, que continuan sufriéndolos. Podeis ayudar a que estos hombres maduren porque el beneficio que se produce si los niños de Nunca Jamás viajan al país del Presente y el Ahora será para ambos. “Las mujeres pagan las inseguridades masculinas y su éxito profesional con soledad emocional; no puede seguir siendo así”. ¿Te atreves a ayudarlo o prefieres escapar?, y porque también hay mujeres "Wendys" (Madres de la banda de los niños perdidos) a las que los hombres podemos ayudar.

No sólo los hombres pueden quedarse en el País de Nunca Jamás, también puede darse el mismo rasgo en mujeres, las llamadas niñas Campanita, que también existen aunque en proporciones mucho menores. La mujer siempre será más madura, porque la sociedad la obliga a avanzar. Son también las mujeres las más “valientes” a la hora de hacer frente a los problemas, especialmente emocionales. “Ellas se escuchan más a sí mismas y analizan mejor sus necesidades”. Es cierto que, en la mayoría de los casos, las mujeres sois las que tomais las decisiones, porque habeis visto los problemas con mayor antelación. Pero creo que sería injusto no poner este don, al servicio de un mejor entendimiento hombre-mujer y para crear relaciones mas estables y enriquecedoras.


Ambos, hombres y mujeres, necesitamos entendernos. Entender que solo desde la comprensión, el apoyo mutuo, la solidaridad, podremos crecer, no solo como personas, como seres humanos individuales, sino como parejas, familias, clanes y sociedades. La vida, surge del interior, pero crece en el exterior. Todos sentimos que es nuestra alma quien nos consuela en el infortunio o en el dolor. Que es nuestro yo interior quién nos anima a seguir adelante, en la desesperación. Pero es gracias a otros seres humanos, con quienes materializamos el cariño, la comprensión.


No será por tanto, natural y necesario, que hombres y mujeres trabajemos para ayudarnos mutuamente a crecer, a comprender, a disfrutar de la gloria del amor, la guinda que el ser supremo ha puesto a esta vida caduca. Lo que cada uno de nosotros ponga al servicio de los otros será lo que obtenga como fruto y recompensa. Cada palabra que un ser humano a otro ser humano, se la diga con corazón, será repetida mañana, por muchas otras personas.


A todos aquellos hombres que nos sentimos o nos hemos sentido, en algún momento Peter Pan, y a todas aquellas mujeres que os sentis Wendy.  Igual que un día unimos nuestras manos para viajar al país de nunca jamás, buscando la ilusión de una alegría infinita y que hemos luchado, tantas veces contra el egoismo desarrollando el papel de Capitán Garfio o de Campanilla. Seamos conscientes de que, sin perder la ilusión de entonces debemos ayudarnos a encontrar la madurez necesaria para, adaptarnos y seguir disfrutando de la vida, igual que Peter Pan y Wendy deseaban vivir eternamente, disfrutando de fantásticas aventuras. 


2 comentarios:

  1. Vaya...la verdad que no podría ni imaginar que se pudiese sacar tantas conclusiones de ntros. personajes infantiles de ntros. tiempos.
    Yo hoy por hoy no puedo leer libros (increible, pero cierto), pero buscaré en internet el que ha escrito Isabel Menéndez, haber si tengo suerte y es uno de los que se pueden oir en el PC. Me parecerá muy curioso, el saber lo que se puede aprender de él.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Al ver el título de Peter Pan y Wendy, recordé mi infancia cuando a las niñas nos decían que existían los príncipes azules y la ilusión de encontrar a uno de ellos para nosotras solas y vivir felices para siempre. Nunca más lejos de la realidad, pero éramos niñas.


    He conocido a hombres que son Peter Pan ,siguen siendo niños y se sienten bien así, yo creo que no tienen ninguna intención de cambiar, algunos de ellos no creo que sepan que son así, viven en la más tierna infancia aunque son "adultos por edad ". El cambio bajo mi punto de vista es fácil, pero tienen que ser conscientes y sobre todo deben de QUERER CAMBIAR.


    En cuanto a las mujeres Wendy, creo que es un síndrome que se desarrolla por motivos educacionales: a las niñas nos enseñan que el cuidado emocional corresponde nos corresponde como mujeres, y eso pesa, debes de dar cariño, apoyo, escuchar, comprender, ...... y el instinto maternal que desarrollamos cuando tenemos un hijo. Hasta ahí todo parece normal, pero pasa a ser patológico, cuando debido a carencias emocionales, las mujeres pasamos a cuidar con exceso dándolo todo.



    Cuando un hombre Peter Pan se encuentra con una mujer Wendy, se produce un ensamblaje casi perfecto, el uno le da lo que el otro necesita. Yo creo que esas relaciones pueden durar mucho en el tiempo, porque se produce una relación de dependencia que hace casi imposible romper la relación. El crecimiento personal de los dos es nulo,no existe.


    En cuanto a las mujeres Campanilla, cuando se encuentran con un hombre Peter Pan, la relación entre ambos es como dos niños jugando a las casitas, pero en un mundo de adultos y bajo mi punto de vista, creo que esas relaciones no pueden durar, los dos están en el mismo nivel y el juego durará muy poco.


    La conclusión a la que llego, esque el proceso de madurez emocional se produce a lo largo de toda nuestra vida y hay que trabajarlo siempre, para ser mejores personas. Que todos tenemos carencias emocionales, que no somos perfectos,pero que el que QUIERE CAMBIAR PUEDE. Creo que necesitamos de los demás, como también los demás nos necesitan, esta dependencia es sana y necesaria. Que todos necesitamos ayuda y que podemos y debemos darla y que el mundo de las relaciones personales es muy complicado, pero muy interesante.


    ESTHER.

    ResponderEliminar